miércoles, 28 de abril de 2010

¿Un caballo de Troya llamado velo?

En los últimos días ha habido una encendida polémica en relación con el uso del velo. Hemos podido leer y escuchar opiniones a favor y en contra del mismo. Así tenemos el caso de Federico Jiménez Losantos que opinaba que el uso del velo es un intento de liquidar nuestras libertades y el caso contrario de Luis del Pino que afirmaba que debería autorizarse al ser una expresión de la libertad religiosa.

Creo que el problema debería enfocarse teniendo en cuenta la significación de esta prenda usada por las mujeres musulmanas. Aisa Santana, tesorera del Centro Cultural Islámico Canario y responsable de asuntos de la mujer de la asociación Nurain afirmaba: “El Corán dice que la mujer se debe cubrir. Pero Dios no me dice que me cubra. Lo hago yo, porque quiero y por convicción religiosa. Y que se lleve o no depende de la fe de cada uno”. Si realmente lo anterior fuera cierto, no quedaría más remedio, independientemente de nuestros gustos, que permitir el uso del velo en lugares públicos para preservar la libertad de conciencia de cada persona.

Sin embargo, las cosas no son tan sencillas y podríamos ser víctimas de una peligrosa ingenuidad que llevaría a poner en riesgo nuestra sociedad. Y es que frente a las anteriores palabras de Aisa Santana, no podemos obviar determinados hechos que la realidad tozudamente nos ofrece y que nos hace llegar a la conclusión que el velo es en muchos lugares un símbolo de fundamentalismo religioso. Así, en enero de 1979, una vez derrocado el Sha de Persia, Reza Pahlevi, Jomeini decretó como obligatorio el uso del velo pues las mujeres no debían mostrar a los hombres ni su cuerpo ni sus cabellos. De igual manera, en marzo de 2002, según escribieron los periodistas Christopher Dicky and Rod Nordland (1), quince niñas murieron en un incendio en el interior de su colegio. La policía religiosa de Arabia Saudita, la muttawa, no permitió salir a las niñas del edificio. Puesto que sólo había mujeres en la escuela, las jóvenes se habían despojado de su prenda de cobertura exterior. La muttawa prefirió que las niñas murieran a trasgredir la ley islámica, hasta el punto que lucharon contra la policía y los bomberos, que intentaban abrir las puestar de la escuela.

Teniendo en cuenta lo anterior, quizás la joven del Instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón tenga todo el derecho a llevar su velo, de igual manera que ninguna norma debería prohibir el uso del crucifijo. Sin embargo, estemos atentos pues quizás pueda también ocurrirnos como los habitantes de Troya, que creyendo que aquel caballo era un regalo, abrieron las puertas de su ciudad y terminaron viendo la misma destruida a manos de los griegos.

(1) Christopher Dicky and Rod Nordland, “The Fire That Won’t Die Out”, Newsweek, July 22, 2002.


Enlaces relacionados:
Un instituto prohíbe a una alumna asistir a clase con el velo islámico - Libertad Digital
No al velo islamista, sí a la libertad - Federico Jiménez Losantos
En defensa del pañuelo - Luis del Pino
"Yo decido lo que me tapo" - Webislam
15 girls die as zealots 'drive them into blaze' - Daily Telegraph

5 comentarios:

eze dijo...

Hola Eetión,

Genial entrada. Como dices, la cuestión es determinar si este es un caso de conculcación del derecho a la libertad religiosa o no. Y eso implica determinar si el uso del velo es un precepto religioso amparado por ese derecho o una imposición cultural machista.

Creo que hay que clarificar, además, que no se trata de si para 'los musulmanes en general' o para 'la mayoría de musulmanes' el uso del velo es un precepto religioso o una imposición cultural. El derecho a la libertad religiosa es un derecho individual: lo que tenemos que preguntarnos es qué preceptos son religiosos y cuáles no lo son para la menor.

En efecto, no es el Estado el que debe decidir qué es religión y qué no lo es, sino que eso compete a la conciencia de cada ciudadano (el derecho a la libertad religiosa es una manifestación del derecho a la libertad de conciencia).

Esto, por supuesto, es el debate moral. Hay otro debate: el debate prudencial, el que denominas 'peligro del caballo de Troya'.

En primer lugar, el peligro no es la extensión de la religión musulmana per se. En ningún caso es legítimo impedir la extensión de una religión. Puede doler a los cristianso y a los agnósticos/ateos (aunque por razones diferentes) ver cómo en Europa el islam se convierte en la religión mayoritaria, pero eso no nos legitima a unos o a otros para impedirlo.

El peligro consiste en la extensión de un islamismo fundamentalista incompatible con el liberalismo político y la democracia. Es en este punto donde el Estado liberal tiene el deber moral de ser intolerante: prohibir, perseguir, desincentivar todo sistema de creencias y toda práctica contraria a la supervivencia de la democracia y de los derechos indivuales básicos.

Desde los sectores consevradores se insiste en que la estrategia a seguir en este sentido es la recuparación de las raíces de Europa. Esto es una metáfora con la que hablan de una reconversión al cristianismo. Por supuesto, eso es una ilusión -si creen que que la ciudadanía regresará masivamente a la antigua religión- o una canallada -si creen que lo que importa es la conversión de una elite social que transforme las instituciones en cristianas a pesar de una mayoría social-.

Pero además de todo ello, se trata de un error estratégico. La posibilidad de que la democracia y le liberalismo político desaparezcan de Europa no ha sido generada por la inmigración islámica, sino que ésta sólo la acelera.

El peligro nace de la desintegración de los valores morales de la Ilustración. Vivimos en democracias de negociación por intereses en vez de deliberaciónh mediante razones morales y prudenciales, que era la propuesta ilustrada. Sociedades que han abandonado el ideal de la eduación para el humanismo por la educación para la productividad.

Como dice Habermas, la Ilustración descarriló hace mucho poniendo los intereses individuales en el lugar de las razones individuales, destruyendo los vínculos de solidaridad social necesarios para la democracia.

Hay que volver a encarrilar la Ilustración. Lo siento por los antimodernistas y los posmodernistas.

P.D.: Y creo que el asunto del velo en personas tiene poco que ver con el de los crucifijos en edificios de la Administración. Pero eso es otro debate.

Liberal Hispano dijo...

¡El velo islámico es una amenaza de muerte para todo no musulmán! Cuando veo el velo islámico sé perfectamente que nos están amenazando de muerte para convertirnos al Islam.

Mahoma, en el Corán, ordena matar a judíos y cristianos. Ordena imponer por la fuerza el Islam a toda la Humanidad. Y, además, ordena matar a quien abandone el Islam. El Islam lleva 1400 años ejecutando esas órdenes de exterminio y genocidio. Por eso casi no quedan cristianos, menos aún judíos, en la Península Arábiga, tierra poblada por cristianos desde casi 700 años antes de nacer Mahoma y por judíos desde 2000 años antes, y que convivían en paz hasta que Mahoma comenzó su exterminio.

El velo islámico es un recordatorio de esta amenaza, una amenaza por tanto, para cada "infiel".

Nadie debe olvidar estas órdenes del Corán, y se pueden consultar pues el Corán está en Internet:

“Matad a los idólatras donde los encontréis. ¡Cogedlos, sitiadlos! ¡Pre­paradles toda clase de emboscadas!” Corán, Sura 9 - 5. Este capítulo 9 es el último escrito por Mahoma por tanto está sin derogar y deroga a cualquier verso moderado del Corán. TODOS los musulmanes conocen este verso pues lo recitan obsesivamente desde niños; lo llaman el verso de la espada porque ordena imponer el Islam por la fuerza.

“Aquellos que nieguen el Islam deben ser muertos. Si se vuelven (del Islam), entonces cogedlos, matadlos donde los encontréis” (Corán 4-89 [91])

“¡Los que recibisteis el Libro (judíos y cristianos)! Creed en lo que hemos revelado (a Mahoma) en confirmación de lo que ya teníais, antes de que borremos los rasgos de los rostros (haciéndolos como las nucas, sin nariz, boca ni ojos), y los volvamos hacia atrás o los maldigamos como maldijimos a los transgresores del sábado. La orden de Alá se cumple” (4-47(edición inglesa);50 edición española de Plaza y Janés).

El velo islámico, amenaza de muerte

Eetión dijo...

¡Hola, Eze!
La corriente mayoritaria de la Ilustración se basaba en la idea que el hombre sólo tiene fundamente en si mismo. Frente a esto, el humanismo cristiano afirma que el fundamento último de la dignidad humana es Dios. Y aunque parezca que este último planteamiento sea propio de una visión religiosa de la realidad, a través de la razón natural puede defenderse la existencia de un Ser Absoluto. Es más, incluso para aquellos que no compartan esta posición, las consecuencias prácticas de la postura de un humanismo cristiano si pueden ser compartidas por ellos (entre otros ámbitos, en el moral).

La obra de Habermas apenas la conozco, pero esa opinión de contraponer los intereses individuales a las razones individuales me parecen ir en contra del cualquier principio de valoración subjetiva tan propio de una teoría marginalista. Puede que sea el resultado de la influencia marxista en la obra de esta autor y en su intento de reconstruir el materialismo histórico.

Liberal Hispano:
Seguramente esos planteamientos de la religión musulmana que comentas son los que deben de hacernos estar atentos para evitar perder lo que tanto nos ha costado conseguir como sociedad. Habría que preguntar a los musulmanes moderados su postura frente a estas expresiones y si ellas son fruto del fundamentalismo religioso, o son la corriente principal de su religión.

Un saludo y gracias por comentar.

eze dijo...

Hola Eetión,

Estoy de acuerdo con algunas de las cosas que dices.

Ocurre que hay una ambigüedad en tu afirmación de que para la Ilustración el ser humano es fundamento de su propia dignidad.

Si lo que quieres decir es que para la mayoría de autores ilustrados es posible, mediante el sólo uso de la razón y sin apelar a la existencia de Dios, justificar la dignidad humana, efectivamente tienes razón.

Ahora bien, es falso si lo que quieres decir es que los autores nieguen la posibilidad racional de justificar la dignidad del ser humano en haber sido creado por Dios.

La posición ilustrada genuina de justificación moral sin apelación a premisas religiosas es, pues, perfectamente compatible con el cristianismo.

Un ejemplo. La ciencia natural ilustrada prescinde de apelaciones a premisas religiosas para explicar el universo. ¿Ello la hace incompatible con la cosmovisión cristiana? En absoluto. Es sólo que la cosmovisión cristiana es más amplia y filosóficamente más profunda.

Lo mismo ocurre con la ética ilustrada. La justificación de verdades éticas objetivas sin apelación a premisas religiosas es compatible con creer que en última instancia existe una fundamentación religiosa.

Es más si aceptamos dos tesis de la propia Iglesia, ello es necesario. Porque la Iglesia sostiene que la moral es objetiva y que ésta es accesible a la razón natural. Si ello es así, quiere decir que es posible elaborar una teoría ética verdadera sin apelar a creencias religiosas de ningún tipo, y que ello es aceptable para un cristiano.

Y en esto, catolicismo y liberalismo rwalsiano coinciden. La justicia es objetiva, es accesible racionalmene con independencia de nuestras creencias filosóficas o religiosas más amplias y, por ello, es posible dotar al Estado de una justificación moral compartida por todos.

Ahora lo de Habermas. No entiendo bien tu crítica, porque no sé qué es una teoría marginalista.

Ahora bien, sí sé que la vinculación de Habermas con el marxismo es, actualmente, cero, y que es, seguramente, el ateo intelectual más pro-Iglesia católica que existe.

Por otra parte, él no niega que el mercado debe regirse por laos intereses o preferencias individuales. Ni siquiera niega que muchas de las cuestiones que se debaten en el Parlamento dependen de tales preferencias y que ahí juegan las mayorías.

Pero en el Parlamento se toman sobre todo decisiones que tienen que ver con la justicia, es decir, cuestiones éticas. En estos casos, las decisones políticas no pueden estar jsutificadas sino por razones (argumentos) no por intereses o preferencias individuales.

Pero esto es lo mismo que diría Rawls o la Iglesia: la justicia es algo objetivo, no relativo a nuestros gustos, por tanto no tiene sentido que los Parlamentos tomen decisiones fruto de negociaciones de intereses en vez de deliberación de razones.

Ya está.

Un abrazo,
Eze

Anónimo dijo...

Entraré sólo a comentar la última parte de su post. Creo que fue Gadafi quien acuñó la frase de "por el vientre de nuestras mujeres conquistaremos Europa". Pienso que el Islam como religión es per se extremista. Coincido con el comentario de Liberal Hispano, al acudir al Corán nos encontramos con extremismo y no caben interpretaciones.
España es considerada un trozo de tierra hurtada, y su intención es reconquistarla y lo están consiguiendo, mientras la progresía les sigue el juego, nos ganan terrero día a día.
Saludos.