Cincuenta y cinco tragedias. Cincuenta y cinco vidas malogradas. Cincuenta y cinco mujeres asesinadas. Está mal. Está muy mal. Es terrible.
La actual Ley 1/2004 define la violencia de género como "la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia".
"Por tanto, la monogamia no aparece de ninguna manera en la historia como una reconciliación entre el hombre y la mujer, y menos aún como la forma más elevada de matrimonio. Por el contrario, entra en escena bajo la forma del esclavizamiento de un sexo por el otro, como la proclamación de un conflicto entre los sexos, desconocido hasta entonces en la prehistoria. En un viejo manuscrito inédito, redactado en 1846 por Marx y por mí, encuentro esta frase: "La primera división del trabajo es la que se hizo entre el hombre y la mujer para la procreación de hijos". Y hoy puedo añadir: el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en la monogamia; y la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino".
Es decir, se concibe la unión entre el hombre y la mujer como una relación intrínsecamente explotadora y alienadora para la mujer. De igual forma que el patrono explota al obrero al quedarse con la plusvalía, el hombre explota a la mujer al formalizar el matrimonio.
El los años 60, una nueva corriente feminista irrumpe en la escena mundial: el feminismo radical. Hasta ahora, el feminismo ha tratado de conseguir la plena igualdad entre hombre y mujer, igualdad entendida como igualdad legal y que dé a las mujeres las mismas oportunidades que les son dadas a los hombres. Sin embargo, el nuevo feminismo, basándose en las anteriores ideas marxistas que hemos comentado, da un paso en una nueva dirección: el feminismo debe defender a la mujer explotada dentro de una sociedad patriarcal. Y esta defensa asume la destrucción de la base de esta sociedad: el matrimonio, y por consiguiente la sumisión del hombre como elemento explotador.
"Ahora es técnicamente factible reproducirse sin la ayuda del macho (o, por otro lado, de la hembra) y producir únicamente mujeres. Algo que debemos comenzar a hacer ya. Conservar al macho no tiene siquiera la dudosa utilidad de la reproducción. El macho es un accidente biológico: el gen Y (macho) es un gen X (hembra) incompleto, es decir, una serie incompleta de cromosomas. En otras palabras, el macho es una hembra incompleta, un aborto andante, malogrado ya en su fase de gestación. Ser un macho es ser deficiente, estar emocionalmente limitado. La masculinidad es una deficiencia orgánica, y el macho es un minusválido emocional".
Por supuesto, la ley contra la violencia de género no se sitúa en estos niveles, pero es importante desenmascarar el posicionamiento ideológico que se esconde tras ella y las posibles consecuencias de un desarrollo "lógico" del problema del maltrato de la mujer acorde a los planteamientos marxistas que hemos comentado.
¿Cómo debería afrontarse este problema? Más allá de las menciones a una creencia en Dios, que puede o no ser compartida, el Catecismo de la Iglesia Católica define la familia de la siguiente forma:
"Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su constitución fundamental. Sus miembros son personas iguales en dignidad. Para el bien común de sus miembros y de la sociedad, la familia implica una diversidad de responsabilidades, de derechos y de deberes. (…) La familia es la célula original de la vida social. Es la sociedad natural en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien de la libertad. La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad".
Mediante este planteamiento, se rompe con el concepto de lucha de clases aplicado al matrimonio. Se establece la plena igualdad de los miembros de la pareja, al basarse esta en la intrínseca dignidad de cada uno de ellos.
El concepto de violencia de género debe ser superado. Debe irse a un concepto de violencia familiar, más amplio, más justo, más igualitario. En este concepto lo que se ha de castigar es la violencia ejercida por un miembro de la familia que se aprovecha de la debilidad de otro miembro, ya sea hombre, mujer, niño o anciano. Eso es lo abominable del crimen cometido dentro del ámbito familiar: allí donde se esperaba amor y ayuda, se recibe odio y muerte.
El legado económico de Rodríguez Zapatero es terrible. Su gestión de la crisis ha convertido a España en un erial, por más que las causas últimas no fueron debidas a sus acciones. Sin embargo, existe una herencia al menos tan perjudicial como la económica. Una herencia fruto de un proyecto "progresista" que pretende transformar la sociedad española para que ésta pueda alcanzar unas supuestas "mayores cuotas" de felicidad y libertad.
De esta forma, para Rodríguez Zapatero el hombre es un libro en blanco donde el Estado puede escribir para definir en lo puede convertirse:
"La idea de una ley natural por encima de las leyes que se dan los hombres es una reliquia ideológica frente a la realidad social y a lo que ha sido su evolución. Una idea respetable, pero que no deja de ser un vestigio del pasado".(1)
Y así, partiendo de este planteamiento llega a afirmar, subvirtiendo el orden lógico de las cosas y deformando el concepto de libertad:
"El único orden que debemos establecer es el orden que da libertad a todos, no el que da la libertad de cada uno. Es la libertad la que nos hace verdaderos. No es la verdad la que nos hace libres".(2)
Esa herencia nefasta, que pretende refundar una nueva forma de vida que obligatoriamente han de adoptar todos los habitantes del país, se han obtenido mediante la elaboración de leyes que definen una moral, pues como expresó en una ocasión: "Tienen que entender que en el ámbito de lo público la única moral posible es la de la Constitución"(3):
Notas: (1) (2) José Luis Rodríguez Zapatero a Suso del Toro, Madera de Zapatero. Retrato de un presidente. (3) José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados
Las citas y la relación de leyes han sido tomadas del libro Proyecto Zapatero, de Ignacio Arsuaga y M. Vidal Santos.
En 1961, Kurt Vonnegut publicó un cuento corto de ciencia ficción titulado "Harrison Bergeron". La historia transcurre en los Estados Unidos, en el año 2081. Las 211ª, 212ª y la 213ª enmiendas de la Constitución han hecho que todos los americanos sean iguales, "no sólo iguales ante Dios y la ley, sino iguales en cualquier sentido". En 2009, Chandler Tuttle llevó a la pantalla esta historia con el título de "2081", siendo premiada en el Festival Internacional de Cine de Seattle:
Fragmento del corto "2081", de Chandler Tuttle
Ayer, 27 de mayo, el Consejo de Ministro aprobó el proyecto de Ley Integral para la igualdad de trato y la no discriminación. Da terror comprobar al leer el texto de la ley, como sus artículos parecen copiados de historia que acabamos de comentar. Veamos una comparativa entre el proyecto de ley y el relato de ciencia ficción:
Proyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación
Artículo 2 Se reconoce el derecho a la igualdad de trato y no discriminación. Nadie podrá ser discriminado por razón de nacimiento, origen racial o étnico, sexo, religión, convicción u opinión, edad, discapacidad, orientación o identidad sexual, enfermedad, lengua o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Artículo 5 La discriminación indirecta se produce cuando una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros ocasiona o puede ocasionar a una o varias personas una desventaja particular con respecto a otras.
Artículo 37 Se crea la Autoridad para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, como autoridad independiente encargada de proteger y promover la igualdad de trato y no discriminación de las personas por razón de las causas previstas en esta Ley, tanto en el sector público como en el privado (…)
Artículo 11 Se consideran acciones positivas las diferencias de trato orientadas a prevenir, eliminar y, en su caso, compensar cualquier forma de discriminación en su dimensión colectiva o social. Tales medidas serán aplicables en tanto subsistan las situaciones de discriminación que las justifican y habrán de ser razonables y proporcionadas en relación con los medios para su desarrollo, los objetivos que persigan y los plazos para su consecución.
Harrison Bergeron (2081)
Nadie era más inteligente que cualquier otro. Nadie era más guapo que cualquier otro, nadie era más fuerte, ni más rápido.
(…) y de la incesante vigilancia de los Generales de la Igualdad de los Estado Unidos.
Los fuertes llevaban pesas para hacerlos más débiles, los inteligentes llevaban auriculares que les impedían tomar injusta ventaja de sus cerebros. Incluso lo hermosos algunas veces llevaban máscaras en las situaciones donde la belleza podía distraer demasiado.
Cuando un Gobierno elabora leyes que se asemejan a historias publicadas hace ya cincuenta años que nos hablan de un mundo totalitario, de una distopía, deberíamos pensar que posiblemente, si nos mantenemos indiferentes, nuestra realidad terminará siendo la misma que la narrada en esas historias. Debemos actuar para que eso no ocurra.
Enlaces recomendados: Harrison Bergeron - Kurt Vonnegut (Scrib - Cuento completo)
Está visto que la progresía proabortista utiliza todas las ocasiones para promocionar su cultura de la muerte. El progresista y defensor del aborto, sobre todo para las mujeres pobres, Ignacio Escolar, nos cuenta en su blog la historia de una pobre mujer inmigrante que, siendo prostituta en un club de alterne, quedó embarazada y se provocó el aborto mediante un medicamento que le ocasionó graves secuelas por las que tuvo que ser hospitalizada. La mujer, al confesar en el hospital lo que había hecho, fue denunciada y más tarde condenada a una multa de 540 euros por el delito cometido.
Y como conclusión no se le ocurre otra cosa a Ignacio Escolar que afirmar "que cuando algunos plantean prohibir el aborto en España, de lo que hablan realmente es de que sólo las mujeres con dinero para viajar a Londres puedan abortar; de que haya más víctimas, como esta mujer, que no sólo se jueguen la cárcel sino también su vida".
¡No, Ignacio! Nadie que condena el aborto lo hace con ánimos de ver sufrir a ninguna mujer, ya sea pobre o rica. Quienes condenamos el aborto lo hacemos con la convicción de que realmente la verdadera víctima es ese niño al que se le niega la vida y que también esa mujer quedará marcada para siempre por su terrible decisión. ¿Te has parado a pensar, Ignacio, que precisamente ese niño fue abortado por ser también pobre al serlo su madre? Quizás si hubiera sido menos pobre o su madre hubiera recibido ayuda, ahora mismo estaría vivo. Pero claro, era pobre y a ti, Ignacio, no se te ocurre otra forma de ayudar a los pobres que recomendar el aborto para su eliminación. Del aborto de los niños de mujeres ricas tú no te preocupas. Dejemos que cada clase social se ocupe de sus abortos. No se te podrá negar, Ignacio, coherencia ideológica.
Así, como cualquier restaurante, necesitaría materias primas. El problema es que en este caso, la materia prima de la que hablamos sería carne humana. Evidentemente como el asesinato está perseguido por la ley, la única manera de conseguir la preciada carne sería mediante una donación voluntaria. Por ello, el restaurante también solicitaba un cirujano abierto de mente que pudiera facilitar el suministro sin poner en peligro la vida del donante. La sociedad alemana se sobresaltó, al recordar el caso de Armin Meiwes, que fue juzgado hace unos años por sus acciones y donde también el acusado solicitó personas que pudieran saciar su apetito caníbal, consiguiendo su objetivo al comer partes de una de esas personas que respondió a su llamada y que finalmente falleció.
Los casos anteriores me hacen pensar en el concepto de autopropiedad, pues el planteamieanto que podría ofrecer un caníbal para evitar la pena sería afirmar que el acto es fruto de una relación libre entre dos personas. La autopropiedad es un principio básico en planteamientos anarcocapitalistas. Básicamente afirma que una persona se posee a si misma, es su único dueño y no puede ser poseída en principio por otra. De la posesión de uno mismo se deriva necesariamente, al aplicar el concepto de propiedad, la capacidad para poder enajenarse. Uno puede disponer de esa propiedad que es uno mismo y mediante un contrato, trasmitirse a otro de forma voluntaria. También, del mismo modo que la propiedad privada da capacidad de acción sobre lo poseído, podría destruirse a sí mismo, si lo estimara oportuno.
Por descabellado que pudiera parecer lo anteriormente descrito, el razonamiento lógico es impecable. Sin embargo, no deja de parecernos intrínsecamente erróneo. Pero las intuiciones y los sentimientos no sirven para fundamentar conceptos filosóficos. Si realmente consideramos que lo anterior no es correcto, deberíamos poder sustentarlo en razonamientos igualmente impecables que nos lleven a afirmar la naturaleza errónea del concepto de autopropiedad.
Frente al concepto que hemos mencionado, podemos aportar el concepto de dignidad, entendido no como un accidente de la persona (entendido accidente en el sentido aristotélico, es decir, algo que complementa a la esencia del ente), sino por contrario, algo propio de la misma esencia de la persona. Vendría a ser una cualidad intrínseca y propia y que la define como tal. Y si todo ser humano es persona, toda persona, como hemos acabado de afirmar, tiene esa cualidad que denominamos dignidad. De este concepto se deriva el principio de que una persona no puede ser un medio para otra, sino que es un fin en si misma. De esta forma, y sólo de esta forma, puede entenderse la libertad como medio para elegir el sentido de la existencia, negando de esta manera la posibilidad de que sea otro quien determine ese sentido. Por último, mencionar brevemente que el concepto de dignidad se basa en el grado de bondad ontológica que posee un ente (en este caso la persona) en cuanto ente, bondad ontológica que no tiene connotaciones éticas sino estrictamente metafísicas.
Siguiendo con el razonamiento, si esa característica que denominamos dignidad está presente en toda persona, de la misma forma que no podemos poseer a un tercero, pues entonces éste se convertiría en un medio para otro, tampoco yo puedo poseerme en el sentido que define el concepto de autopropiedad. Si poseer a otro atenta contra el concepto de dignidad, y si esta dignidad se encuentra presente también en mí, es imposible poseerme sin violar esa dignidad que me define como ente, como ser humano, como persona.
Pero, llegados aquí nos encontramos con un problema. Si tanto la autopropiedad como la dignidad humana pueden describirse lógicamente y servir de base para el desarrollo de una ética, ¿cómo podemos elegir entre los dos planteamientos? En esencia, la elección constituye un acto de fe, una apuesta que tendrá importantes consecuencias. Un medio para decidirnos es deducir consecuencias de nuestra elección inicial y tratar de averiguar cuales nos conduce al fin último de toda la persona que es la felicidad. Y es evidente que para ello podremos servirnos de toda la experiencia acumulada por la especie humana durante cientos de miles de años y transmitida de generación en generación
Después de todo lo expuesto, ¿es éticamente posible el canibalismo consentido? Si elegimos el camino de la dignidad podremos razonar que no es posible servir como alimento de otros, ni siquiera si libremente hemos decidido hacerlo, todo lo contrario que podría afirmarse si elegimos el camino de la autopropiedad. Igualmente, no podríamos convertirnos en esclavos, aunque fuese una decisión propia, ni podríamos seguir pautas de comportamientos que llevaran a nuestra propia destrucción, tales como el suicidio o la eutanasia.
Navegando por Internet conseguí un video de Nick Vujicic. Me pareció algo increíble y que demuestra el incalculable valor de un ser humano. Sentí curiosidad y buscando un poco más, encontré por casualidad los videos que ahora les presento. Los he ordenado, aunque el primer video que vi fue el segundo. Y en ese se encuentra una maravillosa lección práctica sobre el drama del aborto. Nick es realista. Según sus propias palabras, lo que le pasó no fue nada bueno y estaría loco quien dijera que fue algo bueno. Por ello, según nos sigue diciendo, se alegra de que nadie se percatara de nada antes de nacer. ¿La razón? Aunque sé que muchos se la imaginan, será mejor que vean los videos y escuchen sus propias palabras. ¡Les aseguro que es algo impactante!
En el campo de concentración de Janowska (Ucrania), el segundo comandante del campo, Richard Rokita, que había sido violinista antes de la guerra, formó una orquesta con algunos presos judíos del campo que debían tocar mientras se asesinaba a los prisioneros. Paul Celan, poeta alemán judío, que fue internado en un campo en Moldavia y que perdió a sus padres en los campos de exterminios, publica en mayo de 1947 un poema que describe la situación del terrible hecho mencionado. Su título es "Fuga de muerte". A continuación transcribo un fragmento (traducción de Jesús Munárriz):
Leche negra del alba la bebemos al atardecer la bebemos al mediodía y a la mañana la bebemos de noche bebemos y bebemos Cavamos una fosa en los aires allí no hay estrechez En la casa vive un hombre que juega con las serpientes que escribe que escribe al oscurecer a Alemania tu cabello de oro Margarete lo escribe y sale a la puerta de casa y brillan las estrellas silba llamando a sus perros silba y salen sus judíos manda cavar una fosa en la tierra nos ordena tocad ahora música de baile
Fragmento del documental de la BBC "Días que marcaron al mundo" (capítulo 7: La noche de los cristales rotos y el Estado de Israel)
Circula por Internet un video donde un periodista de la Cuatro, junto con unos seguidores del Atlético de Madrid, humilla a un mendigo alemán. No puedo sabe si esa era la intención del reportero o simplemente no pensó demasiado sobre las consecuencias de su ocurrencia. Ya ha pedido perdón. Que esas disculpas sean suficiente penitencia para purgar su falta no seré yo quien lo diga. Allá él y su conciencia. De todas formas, de lo que no cabe duda es que lo ocurrido es el reflejo de la perdida de la noción de la dignidad de la persona.
Sin embargo, después de ver el video un pensamiento ha acudido a mi mente. ¿Españoles dando limosna a un mendigo alemán? La paradoja es cuanto menos chocante después de haberse aprobado las ayudas para cubrir los posibles problemas financieros de España. ¿Quién es aquí el país mendigo? Si desafortunadamente llega la ocasión, espero que los alemanes nos traten con más consideración y respeto de lo que fue tratado ese pobre indigente.
Toda la diferencia entre un mal y un buen economista es ésta: uno se limita al efecto visible; el otro tiene en cuenta el efecto que se ve y los que hay que prever - Frédéric Bastiat.