domingo, 8 de agosto de 2010

UGT nos despoja de todo (el caso Fundescan)

En aquellos días, dijo Jesús: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad. (Mt. 23, 27-28)


Fundescan es una asociación creada por UGT que gestionaba en Tenerife varias casas de acogida de mujeres maltratadas e impartía talleres de empleo y cursos de formación en toda Canarias. Llegó a manejar entre unos 4 y 5 millones de euros del presupuesto público, teniendo contratado a unos 180 trabajadores.

A principios de agosto del año pasado, un patronato asumió la gestión de la fundación. Y entonces fue cuando empezaron a descubrirse los problemas. Fue imposible conocer la situación económica y financiera de la institución. La anterior dirección no fue capaz o no quiso subsanar las deficiencias encontradas ni siquiera cuando se le solicitó por vía notarial. Por todo ello, el patronato tuvo que encargar una auditoria externa que hubo de reconstruir las contabilidades de los años 2007, 2008 y parte del 2009.


El resultado de la auditoria fue aterrador. La deuda de la asociación ascendía ya en el 2007 a unos 5 millones de euros. Entre los acreedores se encontraban la Seguridad Social, la Agencia Tributaria y varias entidades bancarias. En enero de este año, la deuda ya era de unos 8 millones de euros y Fundescan adeudaba a sus empleados la nómina de diciembre del 2009 y algún que otro atraso.

Por todo lo anterior, la asociación presentó suspensión de pagos y comenzó a negociar con los trabajadores un ERE para la totalidad de la plantilla, instándoles a aceptarlo, pues así podrían cobrar la prestación por desempleo lo antes posible. En relación a lo sueldos atrasados y a sus indemnizaciones por despido, les indicaba que tendrían que acogerse al FOGASA. Los trabajadores intentaron entrevistarse a través de sus representantes con Cándido Méndez sin conseguirlo e incluso le enviaron una carta informándole de los problemas.

La situación se hace cada vez más tensa ante la falta de una solución adecuada. El 11 de marzo de este año, un grupo de trabajadores se encierra en las dependencias de UGT en Santa Cruz de Tenerife, siendo necesaria la presencia de la Policía Nacional para que procedieran al abandono del local. Durante meses los trabajadores se encuentran en la terrible situación de ni poder inscribirse en las listas del paro para cobrar la prestación de desempleo, ni poder cobrar sus salarios, pues Fundescan no les da su carta de despido.

Y así han transcurrido los meses, sometidos los trabajadores a una incertidumbre angustiosa. Al final, un grupo de ellos denuncia a la propia Fundación, al sindicato UGT, al servicio Canario de Empleo e incluso a la propia FOGASA.

Por fin, el pasado 22 de julio se dicta sentencia por el juez del juzgado de lo social nº 6 de Santa Cruz de Tenerife. Condena a Fundescan y a UGT al pago de las correspondientes indemnizaciones de 45 días por año trabajado o a la readmisión de los trabajadores en sus puestos de trabajo. En la sentencia queda demostrado que Fundescan es parte de UGT.

¿Constituye el caso narrado una excepción? Se dice que las generalizaciones constituyen una falta de rigor, pero UGT ya ha protagonizado otras situaciones de este tipo. No olvidemos el caso de la promotora de viviendas PSV, que también quebró afectando a unas 20.000 familias y el de la aseguradora UNIAL que siguió los mismos pasos dejando a multitud de asegurados sin sus seguros. Es evidente que algo no funciona. Los sindicatos se han convertido en una parte del problema. Un problema donde el Estado y multitud de organizaciones, como los sindicatos, pretenden convertirse en protagonistas de la sociedad, privando a cada uno de los ciudadanos de su capacidad de decisión y de su responsabilidad personal. Un Estado del Bienestar que, exhausto, agoniza echando ahora la culpa al neoliberalismo y cuyas propuestas de soluciones persisten en los errores intervencionistas.

Y mientras tanto, los líderes sindicales siguen pronunciando discursos y haciendo declaraciones donde afirman que son sus sindicatos los que representan y defienden a los trabajadores. Y yo me pregunto, ¿hay alguien que sinceramente aún se lo crea?




Enlaces relacionados:
Empleadas de una fundación de UGT se desnudan porque el sindicato las "despoja de todo" – Libertad Digital
Cronología del caso PSV – El Mundo
Redondo y Compañía – Federico Jiménez Losantos (ABC - 1994)

1 comentario:

Espectador dijo...

Los sindicalistas critican ferozmente a los empresarios. Tal vez sea porque conocen el paño desde dentro; ningún empresario privado es tan inepto y chorizo como los propios sindicatos en las empresas que gestionan. Saben pues de lo que hablan; si en vez de ser una organización con tintes mafiosos protegida por el gobierno y subvencionada con el dinero de todos, fueran una empresa normal, en un país democrático sus dirigentes habrían ido a la cárcel en varias ocasiones. En el régimen afín de Corea del Norte habrían sido fusilados directamente por incapaces.

Dicen defender a los trabajadores ajenos (tratando de incomodar lo menos posible al gobierno amigo), pero con los que tiene cerca se comportan como los más crueles y torpes capitalistas.

Y lo más insoportable es que se permitan dar lecciones constantes de moralidad; es como si Al Capone se hubiera nombrado a si mismo adalid de la ética y las buenas costumbres.