El 7 de diciembre publiqué una entrada exponiendo mis motivos para colocar un crucifijo en este blog. Días después descubrí que otra persona había publicado también una entrada similar. Nos pusimos en contacto y decidimos organizar una campaña en defensa de la libertad religiosa y de conciencia, y de la herencia cultural cristiana. Ayer día 28, inauguramos por fin el blog de la campaña y publicamos un manifiesto. Invito a todos a leer dicho manifiesto y a firmarlo si están de acuerdo con el mismo.
Muchas gracias.
Blog de la campaña: Pon un crucifijo en tu blog
Muchas gracias.
Blog de la campaña: Pon un crucifijo en tu blog
30 comentarios:
Qué esperpento, madre mía, qué esperpento.
Con mucho gusto me he sumado a tu campaña. Un saludo cordial.
Fritz:
Me gustaría conocer las razones de su opinión. Seguramente nos enriquezcamos todos con el intercambio de pareceres.Un saludo.
Policronio:
Muchas gracias por el apoyo a la campaña. Un abrazo.
Eetión,
Te lo explico yo de buena gana (aunque Fritz es libre para corrgirme si me equivoco).
La retirada de los crufijos de los centros de enseñanza a los que acuden los alumnos sin posibilidad de optar (sean públicos o concertados) es una exigencia constitucional que parte del principio de libertad religiosa del artículo 16.1 CE (Constitución Española). En los centros públicos, esa exigencia se entremezcla con el principio de aconfesionalidad del Estado, del artículo 16.3 CE.
La parte esperpéntica viene porque colgar un crucifijo en la pared de un centro público es una decisión tomada por el Consejo Escolar, que aunque esté formado por representantes de padres, alumnos y profesores, no deja de ser un órgano de la Administración pública. Resulta sorprendente que alguien que se define liberal defienda que la Administración pueda tomar esa clase de decisiones que minan la neutralidad del Estado en materia religiosa y que afectan a la libertad religiosa de los alumnos que acuden al centro.
Un saludo.
García:
El artículo 16.1 CE nos dice “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley”, y el 16.3 “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. Esto ya se indica en el manifiesto.
Todo es cuestión de interpretar la ley. Se nos habla de garantizar la libertad ideológica, religiosa, etc., sin más limitación que la necesaria para mantener el orden público. Ya me dirás que orden público se altera porque se ponga un crucifijo en una clase. Por lógica, si alguien quiere poner otro símbolo también estaría en su derecho, siempre y cuando no atentara contra principios básicos de nuestra sociedad (y tenga en cuenta que en este aspecto sostengo una postura iusnaturalista, alejado de todo positivismo).
No entiendo porque el principio de aconfesionalidad ha de implicar una eliminación de los símbolos religiosos. Como ya he indicado otras veces, los Padres Fundadores estadounidenses no tuvieron ningún problema en escribir su Declaración de Independencia del siguiente modo (la negrita es mía):
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad (…)”.
E igualmente basta con leer cual es uno de los lemas de los Estados Unidos: “In God We Trust” (En Dios confiamos).
¿Diría por lo anterior que en los Estados Unidos no se práctica la separación entre “Iglesia” y Estado?
En relación a que sea el Consejo Escolar (como parte de la Administración) quien apruebe el poner o no símbolos religiosos, evidentemente no estoy de acuerdo. En el manifiesto se indica “De igual manera, consideramos que el derecho a la libertad religiosa y de conciencia, al igual que otros derechos humanos, es anterior al Estado, por tanto éste debe garantizar su protección y ejercicio sin limitaciones”. Es más, como liberal considero que el sistema educativo podría desligarse del control del Estado, y convertirse en un servicio completamente privado. Explicar esta postura sería largo. Seguramente en otra entrada lo trataré.
Muchas gracias por comentar y disculpa la extensión de mi respuesta. Un saludo.
Eetión,
Verá, parte de la premisa errónea de que el crucifijo lo coloca una persona privada en uso de su libertad religiosa, cuando en realidad lo coloca la Administración pública. Como podrá sospechar, la Administración carece de libertad religiosa, ya que sus pronunciamientos en dicha materia están constreñidos por el artículo 16 (libertad religiosa de los ciudadanos y aconfesionalidad del Estado).
Para más inri, sepa usted que la aconfesionalidad del Estado implica que ningún ciudadano debe sentir que el Estado le es más lejano por cuestiones religiosas, cuestión que se encuentra vulnerada si el Estado se dedica a colocar simbología religiosa de una determinada confesión. Exponer un crucifijo no es un acto neutral del Estado, sino que implica una declaración intenciones (o de valores religiosos) que es inaceptable en un Estado aconfesional.
Lo cierto es que me parece muy bien que defienda la privatización de la educación, pero entonces quizá debiera comprender que nos moveríamos en un contexto, bien distinto, de escuela privada. En tanto la educación sea provista por centros públicos o cuasipúblicos a los que el alumno debe acudir sin opción (salvo que tenga el dinero o la voluntad de costearse un centro privado), no cabe que el Estado se presente ante los alumnos tomando partido por una confesión.
En cuanto a todas sus referencias a los Estados Unidos, sepa que carecen de la más mínima relevancia. La Declaración de Independencia no es un texto jurídico, sino político, y por lo tanto es esperable que contenga referencias a una deidad, especialmente en una sociedad tan religiosa como lo era la americana por aquel entonces.
Además, por si cabía alguna duda sobre el fundamento laico de la República americana, los Padres Fundadores se cuidaron de añadirle al texto una Primera Enmienda que prohíbe el establecimiento de una religión oficial. Así que todos esos ejemplos que usted me pone (el lema "In God We Trust", o el juramento a la bandera que dice "one Nation under God") son fácilmente catalogables como inconstitucionales, por vulnerar la separación Iglesia-Estado.
García,
“(…) parte de la premisa errónea de que el crucifijo lo coloca una persona privada en uso de su libertad religiosa, cuando en realidad lo coloca la Administración pública”
¿Errónea porque el Estado se ha apoderado de una función que no es suya? La Administración no debe poner o quitar nada. Se debe limitar a poner lo medios necesarios para que los ciudadanos ejerzan sus derechos dentro del ámbito de la Ley. Vuelvo a mencionar el apartado 2 de Manifiesto.
“(…) cuestión que se encuentra vulnerada si el Estado se dedica a colocar simbología religiosa de una determinada confesión”
Se aplica lo mismo que en el caso anterior. No acabo de ver que sea el Estado quien decida cómo ha de ejercerse los derechos fundamentales. El Estado no tiene ese derecho. De todas formas, veo que es una cuestión de opinión. Tú opinas que es el Estado quien decide cómo se ejerce la libertad religiosa o de conciencia, poniendo o quitando símbolos, y yo opino que el Estado no debe decidir este asunto, solamente permitir su ejercicio. Son dos planteamientos diferentes.
Por otra parte, la primera enmienda nos dice:
“Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof (…)”
Que podría traducirse por “El Congreso no promulgará ninguna ley que regule el establecimiento de una religión, o prohíba el libre ejercicio de ésta”
Con el lema o el juramento, ¿se establece alguna religión obligatoria? Es solamente el mantenimiento de una herencia cultural. Siguiendo tu razonamiento entonces muchos escudos o banderas de autonomías o provincias españolas serían inconstitucionales.
En resumen, que el Estado quite sus manos de nuestras libertades y renuncie a esa prepotencia que le hace pensar que el ámbito público es suyo y puede imponer en él normas que dificultan el ejercicio de derechos establecidos antes de su existencia.
Pues mire, digo que es un esperpento porque los argumentos recogidos en la entrada y en el ““manifiesto”” me parecen, no ya erróneos, sino atribuibles a alguna patología cognitiva, o poco menos.
En todo caso, le comento, tal y como yo lo veo, los crucifijos no son parte inseparable de las aulas, ni tampoco de la educación, ni del Estado, por lo cual entiendo que la carga que soportan esos símbolos es perfectamente desvinculable del Estado y sus instituciones. Lo que ustedes defienden es, ni más ni menos, un estatus quo, en aquellos espacios o “puntos” en que éste comporta una carga católica: cuando el catolicismo viene siendo parte del “entorno”, estamos ante “la cultura occidental” de la cuál no hay razón para desmarcarse, aún más, hay que reivindicarla; y donde el catolicismo no es parte del “entorno” (o existen razones para suponer que puede dejar de serlo), enarbolan la libertad de expresión, de conciencia o de-lo-que-fuere, para llevar o mantener la presencia católica.
Pero no. Las aulas no se soportan con crucifijos ni éstos tienen una carga inocua o neutra, los crucifijos no tienen por qué estar en los espacios en los que la titularidad la tiene un Estado que, como el español, es aconfesional.
Saludos
Fritz,
El Estado podrá tener la titularidad de determinados espacios, pero eso no implica, ni le da derecho, restringir el ejercicio de la libertad religiosa o de conciencia. La negativa a dejar poner libremente símbolos religiosos no es neutral, es partidaria, habiéndose decantado por negar una realidad que afecta a la conciencia de las personas.
Así, la pregunta sería, ¿cómo demuestra su aconfesionalidad el Estado? O bien excluyendo cualquier manifestación religiosa en un espacio de su titularidad (es la postura laicista radical), o permitiendo cualquier manifestación religiosa (es la postura que entiendo conforme con el verdadero sentido del derecho a la libertad religiosa o de conciencia
El Estado no tiene derechos, el Estado tiene competencias así como la obligación de hacer cumplir la ley y, en esto, los derechos de los ciudadanos. Combinando ambas cosas, la ley: aconfesionalidad del Estado, y los derechos de los ciudadanos: libertad de conciencia, es perfectamente comprensible y legalmente intachable que, en el caso de que alguien solicite retirar algún símbolo con carga ideológica (en sentido antropológico) o doctrinal como es el crucifijo, éste deba ser retirado. Si existe de suyo ya la obligación de retirarlos ajustándose a la aconfesionalidad del Estado o a la libertad de conciencia (es decir, sin que nadie pida que se retiren) o si conviene –en la práctica- quitarlos, es otra cuestión; en el primer caso creo que sí, sin duda, y en el segundo creo que depende de los padres, tampoco es un problema tan grave. Lo que me parece absurdo es que cualquiera pueda llegar y colgar un crucifijo en un aula en “ejercicio de su libertad de expresión”, pues, por lo mismo, un comunista podría colgar una foto de San Lenin o la hoz y el martillo, otro una esvástica y, el otro, el catálogo de IKEA. Aquí NADIE habla de prohibir que de los cuellos de nuestros educandos cuelguen crucecitas ni nada por el estilo, no es cuestión de prohibir “toda manifestación pública”, lo que se cuestiona es que el Estado haga suyos, que es lo mismo que publicitar, determinados símbolos; ya digo, y lo que en ningún caso es NI DEBE SER posible es que un colectivo puedan manipular o “redecorar” esos espacios públicos como quiera.
Vamos, es que solo faltaría.
Saludos
Viva España
Fritz,
No tendría sentido que se permitiera colocar algún símbolo que fuese en contra de otros derechos básicos. Por ejemplo una esvástica si con ello se hace apología del exterminio de judíos. No veo por qué la petición de un padre para retirar un símbolo religioso está por encima de la petición de otro para colocarlo. Volvemos a la interpretación de la aconfesionalidad del Estado y al derecho de propiedad de los espacios públicos.
Veamos otro camino. Quizás para las personas que se sientan molestas por la presencia de símbolos religiosos, estos constituyan una externalidad negativa (puede que esté forzando un poco las cosas, pero vamos a ver donde nos lleva el razonamiento). ¿Cómo se resuelve el problema de una externalidad? Redefiniendo los derechos de propiedad. En este caso, como ya he indicado y sin que lo que digo ahora vaya en contra de mi concepto de libertad religiosa, la solución sería la privatización de esos espacios públicos. De esta forma, cada padre podría decidir el tipo de colegio al que quiere que vaya su hijo. Evidentemente la solución no es tan sencilla. ¿Qué pasaría en aquellos casos donde un padre no consiguiese su adecuado tipo de colegio? ¿Qué haríamos con los profesores funcionarios para no dejar de cumplir con sus contratos? ¿Qué pasaría si algún padre no dedica parte de sus ingresos para poner a sus hijos en un colegio?
Naturalmente que no tendría sentido, pero los católicos deben -o debéis- entender que hay quienes prefieren que en las aulas públicas no haya crucifijos colgados de las paredes. El católogo de IKEA no va en contra de nadie en el mismo sentido que el crucifijo, pero adquiriría un lugar preferente y una mayor publicidad para su causa, sea la que fuere; esta es la cuestión, no tanto que la apropiación de los espacios por parte de unos símbolos (esto es: por parte de aquellos a los que estos símbolos representan; he aquí el quid) que otros.
Respecto de por qué no es lo mismo "colgar" que "descolgar", creo que lo mejor es que usted mismo se cuestione sobre las consecuencias de permitir que cualquier individuo colgara lo que quisiese: los resultados van desde lo ridículo hasta lo terrorífico pasando por lo grotesco.
El otro razonamiento no lo comprendo bien, pero le digo ya que, primero, no estoy a favor de privatizar el sistema público de enseñanza y, segundo, creo que los centros privados pueden colgar crucifijos (que no "cualquier cosa") en las paredes de sus aulas; los cocnertados, sin embargo, creo que están, en esto, en la misma situación que los públicos.
Saludos
Fritz:
“(...) creo que lo mejor es que usted mismo se cuestione sobre las consecuencias de permitir que cualquier individuo colgara lo que quisiese: los resultados van desde lo ridículo hasta lo terrorífico pasando por lo grotesco”.
Bueno, esas son las consecuencias de la libertad. Lo que para algunos es grotesco o ridículo para otros es sagrado.
Por otra parte, aunque no quiero abrir en este momento el debate sobre la educación privada, no olvides que los servicios prestados por los colegios públicos y los concertados no son regalos del Estado a los alumnos. Estos servicio son pagados con nuestros impuestos, y muchas veces el Estado no sabe ni gestionar el servicio de forma adecuada. Es lo que tiene la gestión pública. Suele ser ineficaz y despilfarradora de recursos la mayoría de las veces.
Un saludo.
No, ridículo sería colgar tiras gráficas de pokemon (si es que existe éso); grotesco sería colgar catálogos de IKEA; terrorífico sería colgar esvásticas.
Insisto en lo que antes dije entre paréntesis: ese símbolo les representa a ustedes, los católicos. Pretender reducirlo siempre todo a la acción del individuo concreto, incluso cuando se trata de espacios comunes (en efecto, pagados por TODOS los ciudadanos, católicos o no), es una engañifa más para publicitar con dinero público las ideas de un COLECTIVO particular y, en fin, para apropiarse de los lugares públicos o tener un lugar preferente en ellos.
Creo que no hay más, son ganas de "racionalizar justificaciones" para que las ideas de uno (y su colectividad) se publiciten con el dinero de todos; esto es cosa diferente de "justificar razonadamente".
Saludos y feliz año
Feliz 2010 a todos!!!
¡Feliz 2010, D! Espero que este nuevo año cumpla todas tus expectativas.
¡Feliz año, Fritz!
Bueno, creo que ya hemos expuestos nuestros puntos de vista y los argumentos de cada uno están claros. Posiblemente continuar sería repetirnos. Espero que aunque es evidente que no compartes mis opiniones, por lo menos hayas dejado de pensar que son esperpénticas. Por mi parte, no pondría este adjetivo a las tuyas. Para mi, tus opiniones son erróneas, pero al fin y al cabo tienes una lógica de razonamiento.
Ha estado bien debatir contigo. Espero que no sea la última vez.
Un saludo.
La próxima ocurrencia será eliminar las fachadas con el escudo de España de los colegios públicos, porque interfiere en la educación de los niños separatistas.
O a lo mejor se proponen liquidar la enseñanza del arte religioso español del barroco, ya que interfiere en la educación de los niños protestantes, musulmanes, judíos, budistas y ateos.
Tampoco se les debe enseñar la Reconquista, puesto que ofende a los padres musulmanes que no quieren que sus hijos aprendan esas cosas, tampoco se les debería enseñar hábitos alimenticios, ya que los padres judíos pueden disgustarse por aquello de que los alimentos considerados no son "kosher" ya que los cristianos comemos de todo, (qué decir de los muslimes).
Obviamente tampoco hay que enseñar eso de la igualdad ontológica de los seres humanos, algo tan, tan, tan... cristiano. Lo que mola hoy en día es negar lo que se ha sido (España católica) para ser lo que nunca se podrá ser (Expaña cualquier cosa menos católica).
¡Feliz año Eetión!
¡Feliz año, Daniel! Te deseo sinceramente que todos esos proyectos que tienes en marcha, y aquellos que comiences este año, culminen con el éxito.
Lo de los símbolos ya lo están haciendo, en otro aspecto, con la ley de la (des)memoria histórica. El intento de arrinconar la gesta de la Reconquista creo que ya ha comenzado (recuérdese el asunto del escudo de Aragón). Mucho me temo, Daniel, que vendrán años no demasiados buenos para los amantes de la Libertad y de España. De todas formas, conservemos la esperanza, al menos en estos días de principios del año.
Vamos a replantear un poco la conversación:
Por un lado están los que desean que a sus hijos se les muestre la imagen de un individuo flagelado hasta casi llegar al hueso, clavado de pies y manos a un trozo de madera, con una corona de espinas fuértemente incrustada en la cabeza y una herida abierta de lanza en el costado. Sangre y casquería, lo mires por donde lo mires.
Por otro lado están los que no quieren que sus hijos se vean manipulados por una religión en concreto.
Pues en un término medio, y puestos a exhibir públicamente a un ajusticiado en un utensilio de tortura, prefiero que cuelguen un garrote vil, castizo donde los haya y en el cual sólo se rompía el cuello a la víctima.
Un cordial saludo para Eetión, que la formalidad siempre es importante, sobre todo cuando las ideas son antagónicas
Sr Gigante,
No los deje ir tampoco al Museo de Prado. No creo que estos niños de hoy en día estén acostumbrados a estas dosis de violencia.
Me vuelvo a preguntar, ¿cómo es posible manipular a los alumnos con la imagen de un crucifijo?
Gracias por comentar. Un saludo.
Sí, sí, señor gigante, malo es que los niños vean los cuadros de Goya como Saturno devorando a sus hijos... casquería pura, ¡intolerable! o el rapto de las sabinas de Jacques Louis David, toda una apología de la violación... ¡execrable!
El argumento estético es inane, y eso de que las religiones manipulan... yo no se la musulmana o la protestante, pero la católica me da a mi que no. Ya se sabe que no son lo mismo peras que manzanas.
El crucifijo es sólamente un símbolo, un logotipo. No te creo tan ingénuo como para tomarlo como álgo mas. El hecho de que un estado aconfesional retire símbolos religiosos de sus centros educativos me parece una cosa muy normal.
En cuanto a los cuadros de goya, efectívamente, hay escenas muy duras en sus cuadros y litografías
(un ejemplo en http://smu.edu/newsinfo/releases/images/m2052h-lg.jpg )Yo, desde luego, no voy a enseñarle a mi hijo de 6 años algunas hobras de arte hasta que crezca un poco. Que luego tiene pesadillas.
¿Que la religión católica no manipula? ¿Ni aún cuando niega la efectividad del preservativo contra el contagio del SIDA? ¿O cuando demoniza cualquier tipo de núcleo familiar que no sea la "família cristiana"? Hay tantos ejemplos...
Interesante el debate. Enhorabuena por el rotundo éxito de la campaña, Eetión.
Como ateo y liberal, considero que hay argumentos para que en los espacios públicos se reduzcan al mínimo (sin llegar a extremos ridículos) aquellos que lo que jurídicamente llamaríamos "el hombre medio ideal" pueda considerar como proselitismo religioso. En este sentido y por motivos religiosos y culturales, la iconografía católica es muchísimo más rica que la de cualquier otra religión, al menos que yo conozca someramente.
Considero que colgar el crucifijo de la pared de una escuela pública o concertada sí es una ligera, levísima, toma de partida. Levísima, insisto, pero toma de partida al fin y al cabo. No creo que el debate gire realmente en torno a si la Administración Pública debe ejercitar derechos individuales (algo que no me entra en las mientes) sino en cómo arbitrar la colisión de derechos entre quienes quieren usar espacios públicos para símbolos religiosos distintos (incluso incompatibles) o bien entre los que propugnan la exhibición de un símbolo religiosos y quienes propugnan la total ausencia de ellos.
Ni que decir tiene que en colegios religiosos y privados el problema no surge (pese a los anticlericales disfrazados de laicistas). También, algunos de por aquí ya lo sabréis, estimo mejor sistema la total provisión privada de la Enseñanza.
Feliz año a todos y enhorabuena por el debate, el respeto no suele mezclarse con la discrepancia habitualmente (por desgracia).
Enhorabuena a Eetión por su blog.
Saludos.
Sr. Gigante:
Claro, es un símbolo, pero también es un símbolo (o representación de una realidad) la foto de una madre y por eso tiene su importancia.
Sobre el concepto de aconfesionalidad, ya he comentado mi opinión. Y en relación a la manipulación de la religión, no creo que a estas alturas pueda defenderse esa postura. En la actualidad "no mola" ser católico y lo normal es que la manipulación sea en sentido contrario. Sólo se propone una visión de la existencia y se propone con el mayor de los respetos.
Carlos:
Muchas gracias. Efectivamente, el meollo del asunto está en cómo compaginar los distintos derechos individuales (la sean del creyente como del no creyente, pues tienen iguales derechos). Y como tú dices, una solución al asunto estaría en privatizar totalmente la Enseñanza.
¡Feliz año a ti también! Un abrazo.
El día 2 de diciembre lo hice yo en mi blog y desde ese momento han sido muchísimas las personas que han secundado la iniciativa... no me importa para nada sino todo lo contrario, que otras personas lo hagan y mucho mas, de la manera que lo habéis realizado ustedes. Os dejo mi blog por si quereis comprobarlo. Animo desde Granada... cuantos mas seamos,mucho mejor para todos.
Saludos,
Francisco Abuín - Christi Passio
http://bajolaoscuridaddelfaldon.blogspot.com/
Estimado Francisco:
Creo que hemos sido muchos los que teníamos en mente hacer algo en defensa del crucifijo y la libertad religiosa. Como tú dices, cuantos más seamos mejor, ya que de esta forma, no solo defendemos nuestras creencias, sino que contribuimos a defender las de los demás. Te agradezco que hayas firmado el Manifiesto y lo hayas publicado en tu blog pues sé que allí será visto por muchas personas.
Un saludo desde Tenerife.
Uff. De todo lo que se ha dicho sobre el tema, temo una sola cosa:
A papa estado no el gusta que le lleven la contraria.
¡Viva el principio de subsidiariedad!
Pedaleosymas (Francisco):
Más bien padrastro y maltratador.
Muy interesante tu blog y muy acertadas las entradas que he leido.
Un saludo y gracias por comentar.
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