martes, 29 de diciembre de 2009

Campaña "Por la libertad: Pon un crucifijo en tu blog"

El 7 de diciembre publiqué una entrada exponiendo mis motivos para colocar un crucifijo en este blog. Días después descubrí que otra persona había publicado también una entrada similar. Nos pusimos en contacto y decidimos organizar una campaña en defensa de la libertad religiosa y de conciencia, y de la herencia cultural cristiana. Ayer día 28, inauguramos por fin el blog de la campaña y publicamos un manifiesto. Invito a todos a leer dicho manifiesto y a firmarlo si están de acuerdo con el mismo.

Muchas gracias.

Blog de la campaña: Pon un crucifijo en tu blog

lunes, 28 de diciembre de 2009

Réquiem por un holocausto

La Segunda Guerra Mundial produjo unos 50 millones de víctimas. Numerosos honores han recibido aquellos que murieron en esta guerra. Sin embargo, cada año mueren en el mundo unos 40 millones de seres humanos víctimas del aborto y muy pocos lamentan su pérdida (para algunos sólo son seres vivos). En el futuro, cuando los libros de historia hablen de estos datos, la gente se sentirá horrorizada, de la misma manera que hoy en día nos horrorizamos por la práctica de la esclavitud en el pasado. Guardemos un minuto de silencio por todos aquellos centenares de millones de personas que han muerto a consecuencia de la práctica de abortos (según las estadísticas que muestro, unos 600 millones solamente desde 1995).


Estadísticas obtenidas del informe “Facts on Induced Abortion Worldwide” del Instituto Guttmacher

domingo, 27 de diciembre de 2009

Libertad, Estado y protección del consumidor

La quiebra de Air Comet, y el consiguiente perjuicio a sus clientes, vuelven a traer a la palestra el asunto de la protección del consumidor. El Gobierno español ha gastado unos seis millones de euros en prestar el servicio que debería haber sido facilitado por la aerolínea. Dicho importe será reclamado posteriormente a Air Comet, aunque es difícil saber en este momento si podrá ser reembolsado debido a la situación de la empresa.

Evidentemente, aquellas personas beneficiarias de esta acción han de estar agradecidas al Gobierno. Pero, ¿debe actuar el Estado como subsidiario de cualquier acción donde se vean perjudicados los consumidores? Estoy convencido que de realizarse una encuesta la respuesta sería afirmativa. Veamos las implicaciones de esta afirmación.

Lo primero que hemos de analizar es el motivo que tuvieron los clientes de Air Comet para comprar sus pasajes. Esta claro que la principal razón fue el precio de los mismos. En ese momento no tuvieron en cuenta el famoso dicho que dice que lo barato al final puede salir caro. Sin embargo, no se puede atribuir toda la culpa a los clientes. Estos partían del supuesto de que la Administración había de velar por sus intereses y no dejaría que una empresa de este tipo dejara de cumplir con sus obligaciones. Evidentemente confiaban demasiado en la Administración. También hemos de mencionar que muchas de estas personas no contaban con los recursos necesarios para pagar vuelos más caros, aunque esto no les exima de su responsabilidad a la hora de analizar su compra.

Veamos ahora la situación desde el punto de vista de aquellas personas que decidieron volar con otras compañías aéreas, prefiriendo seguridad a bajos precios. Quizás estas personas tuvieron que hacer un mayor sacrificio, incluso pospusieron sus viajes hasta tener el dinero necesario para pagar sus pasajes. Así, han visto recompensadas su decisión en este momento al no tener que permanecer esperando largas horas en un aeropuerto sin tener la certeza de poder tomar su avión. No obstante, el mensaje que el Gobierno lanza al mercado es que no importa que las personas sean responsables y se preocupen a la hora comprar. Decidan lo que decidan, el Estado estará allí para resolver sus problemas. Pero no hay que buscar demasiado para comprobar que esta promesa no se cumple en muchas ocasiones.

La conclusión de todo lo anterior es que el Estado fomenta la irresponsabilidad del consumidor. Trata a éste como a un niño pequeño que no puede valerse por si mismo, fomentado un proceso de infantilización y convirtiendo a las personas en incapaces de utilizar adecuadamente el mercado. Además, también está el asunto del dinero adelantado para hacer frente a los perjuicios ocasionados. ¿Con qué derecho ha decidido el Gobierno que los perjudicados por Air Coment eran más merecedores de ayuda que, por ejemplo, muchas personas que en estos días incluso han tenido problemas a la hora de conseguir algo de comer?

Sin embargo, es evidente que el consumidor demanda una necesaria protección. Como de costumbre, el dilema está en considerar si esta protección puede ser facilitada de mejor manera por el Mercado o por el Estado. La opción estatal se torna cada vez más inviable. La creación de infinidad de normas y reglamentos está ocasionando que muchas empresas no puedan ofrecer sus productos, sin tener en cuenta además el alto costo de todos esos organismos de control. Puede que en algunos casos, estas decisiones estatales hayan conseguido mejorar los productos, pero nadie piensa en la infinidad de aquellos que hayan podido dejar de fabricarse y ponerse a la venta.

¿Cuál sería la respuesta del Mercado al problema de la protección del consumidor? Antes de nada, debería exigírsele al Estado que cumpliera con una de esas pocas funciones que realmente ha de ejercer. Me refiero a la administración de Justicia. Quizás el ahorro conseguido por la supresión de todos esos organismos de control podría emplearse en dotar de mayores recursos a los Tribunales. De esta forma, cualquier incumplimiento por parte de una empresa podría ser fácil y rápidamente resuelto por un juez si fuera necesario. Otra forma de conseguir la tan deseada protección del consumidor es dejar que asociaciones privadas pudieran ofertar información a los consumidores. De esta forma, se dejaría en manos de los clientes la responsabilidad de informarse de los productos del mercado mediante su adscripción a estas asociaciones, al mismo tiempo que se verían apoyados en acciones colectivas a la hora de demandar a las empresas. Otra medida sería impartir en los colegios la educación para el consumo, enseñando las herramientas necesarias para consumir con responsabilidad (sin que esto deba entenderse como un adoctrinamiento para un menor o mayor consumo, cuestión que debe quedar en manos de los padres). Por último, una herramienta que quizás el mercado pueda encontrar es la utilización de seguros que cubran estas contingencias de cancelaciones de vuelo. Si no se pudiera conseguir este tipo de seguro para una compañía aérea, quizás la razón debería buscarse en que ninguna entidad aseguradora se fía de la situación de la aerolínea, sirviendo esto de guía al consumidor.

Evidentemente, las anteriores propuestas han de considerarse un punto de partida, una puerta que se nos abre para explorar nuevos caminos alejados de la acción del Estado. La meta final es conseguir que todos los consumidores vuelvan a tomar las riendas de sus decisiones. Podrán decir al Estado en ese momento: “Ya no te necesito, ahora nosotros sabemos protegernos”.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Seis meses de "El Liberal Autodidacta" (y nuevo diseño del blog)

El próximo día 28, "El Liberal Autodidacta" cumple seis meses. Curiosa fecha; espero que no sea el presagio de nada malo :-) Por eso, para celebrarlo, he pensado en modificar el diseño del blog. He intentado dar más amplitud a las entradas para hacer más agradable su lectura (con un tamaño algo mayor del texto; se nota que la edad ya empieza a hacer que me cueste ver de cerca). También he elegido colores más sobrios (ya se sabe, la seriedad del cuarentón). No cabe duda que en estos meses, el hito más importante del blog fue su inclusión en Red Liberal gracias a la benevolencia de Daniel Rodríguez. Y por supuesto, a nivel personal, poder haber conocido a tantas buenas personas en la Red, a las que agradezco su atención.

Han sido seis meses intensos. Primero el blog, y luego infinidad de recursos para hacerlo medianamente presentable. Y este mes me he dado de alta en Twitter y Facebook. Al final, o tengo cuidado o pasaré a engrosar las listas de “Adictos a Internet Anónimos”.

Bueno, ya está bien de tanta fanfarria. Al fin y al cabo sólo han sido seis meses. Aunque ya se sabe lo que ocurre con los nuevos amores. Celebras los aniversarios todos los meses. Ya vendrá luego la bendita rutina.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

El "Estado Progre" no me protege

Unas de las pocas funciones que considero puede tener un Estado es la de proteger a sus miembros, ya sea la protección en el interior de sus fronteras, mediante la policía, o la protección contra las amenazas exteriores, mediante el ejército. Sin embargo, el "Estado Progre", que se ha apropiado de tantas otras funciones, no suele cumplir con esta obligación de defensa. Se dialoga con violentos que asesinan, se dan órdenes de no disparar contra secuestradores, se prefiere morir a matar… Sin embargo, frente al violento que no atiende a razones y amenaza con dañarnos o dañar a un inocente, es incluso obligación moral acudir a la defensa propia, utilizando también la violencia si fuera necesario. No parece entender esto el "Estado Progre", y si él no me protege, ¿quién lo hará?

domingo, 20 de diciembre de 2009

Los Sindicatos y su errada visión de la causa de la Crisis

Como es bien sabido, los Sindicatos se manifestaron el sábado de la semana pasada para protestar por la crisis que sufrimos. Su lema fue "Que no se aprovechen de la Crisis". Aunque al final intentaron matizar, estuvo claro que este lema iba dirigido a los empresarios, esos "pérfidos explotadores".

Le he echado un vistazo al manifiesto de la convocatoria, y entre otras perlas he conseguido la siguiente:

"Resulta sorprendente que, quienes defendieron los más radicales postulados del liberalismo que nos ha llevado al fracaso económico que vivimos (un mercado sin reglas, un sistema financiero sin control, un Estado raquítico, una anémica protección social, una restricción obsesiva de los costes laborales), pretendan convencernos de que la salida a la crisis pasa por más de lo mismo: mismo patrón de crecimiento, despido más barato, mercado de trabajo más desregulado, derechos laborales devaluados, fin de las políticas públicas y vuelta al capitalismo sin reglas".

Una vez más las repetidas soflamas acusando al Liberalismo de causar la Crisis. De la misma manera que se equivocan al cargar contra los empresarios, los Sindicatos también se equivocan cuando señalan al causante de la Crisis. Es lo que suele ocurrir cuando se juzga la realidad a través de conceptos ideológicamente preconcebidos.

Cualquier liberal austriaco es consciente de que ha sido el Estado, con sus manipulaciones monetarias, el que ha causado, una vez más, esta crisis económica. De esto ya se ha hablado en muchas ocasiones. Así, la FED creó las condiciones para el crecimiento de la burbuja. Luego, el Gobierno de los Estados Unidos fijó el blanco para que esta burbuja se manifestara en el sector inmobiliario. Veamos esto con un poco más de detalle.

En 1938 F.D. Roosevelt crea Fannie Mae como parte de su New Deal. Con su creación, se intentaba que familias con bajos recursos tuvieran acceso a la compra de viviendas. En 1970, el Gobierno estadounidense crea también Freddie Mac con la misma finalidad. Ambas son en la actualidad Government Sponsored Enterprise (GSE), es decir empresas que aunque no son de titularidad estatal, son apoyadas por el Estado. En 1977, la administración Carter, consigue que se apruebe la Community Reinvestment Act (o CRA). Mediante ella, se intentaba evitar las prácticas discriminatorias de las entidades financieras contra las familias de bajos recursos a la hora de acceder al mercado inmobiliario. Habían nacido las hipotecas subprime. Dicha legislación fue apoyada después de su creación por las sucesivas administraciones norteamericanas, habiéndose practicado distintas reformas desde su puesta en vigor. En esencia, la CRA obliga a los bancos a conceder préstamos hipotecarios a personas de baja capacidad económica, contemplando distintas medidas contra las entidades financieras en el caso de no cumplir con esta obligación.

Las anteriores condiciones fijaban un campo abonado para el estallido de la crisis que padecemos. El Estado obliga a los bancos a conceder hipotecas que nunca deberían haber sido concedidas y luego comienza a bajar los tipos de interés. Esto hace que el exceso de dinero introducido en el sistema se dirija hacia el mercado inmobiliario, favoreciendo a ese grupo de familias con escasos recursos que protegía el mismo Estado. Los bancos venden entonces estas hipotecas a las entidades Fannie Mae y Freddie Mac, asumiendo éstas el riego de las mismas. A su vez, estas dos empresas venden las hipotecas a inversores de todo el mundo mediante distintos productos financieros a través de su colocación en la Bolsa.

Cuando las condiciones económicas empiezan a descontrolarse por el incremento de la inflación provocada por la manipulación de los intereses, el mismo Estado sube la tasa de los mismos. Con ello consigue que las familias favorecidas por la CRA comiencen a tener problemas para afrontar el pago de sus hipotecas. Había estallado la crisis de las subprimes, o hipotecas basuras. De esta forma, una vez más, el Estado había jugado a ser dios, decidiendo quien debería sobrevivir o morir económicamente, “El Estado me lo dio y el Estado me lo quitó: ¡bendito sea el nombre del Estado! (1) Una vez acontecido el incumplimiento del pago de una gran parte de las hipotecas, como éstas habían sido garantizas por Fannie Mae y Freddie Mac, comienzan a extenderse los problemas. Primero a estas entidades, luego al resto de inversores que compraron los productos financieros basados en las hipotecas.

Todo lo anterior nos demuestra que no han sido, como dicen los Sindicatos, "un mercado sin reglas, un sistema financiero sin control, un Estado raquítico, una anémica protección social" los que han causado la Crisis. Por el contrario, ha sido un mercado con reglas absurdas impuestas por el Estado, un sistema financiero totalmente controlado por el Estado, un Estado hipertrofiado y un intento equivocado de una mayor protección social, los causantes de la Crisis.

¿Han aprendido la lección? Mucho me temo que no. Ya hemos visto que los Sindicatos ni siquiera son capaces de entender lo que ha pasado y siguen con sus erradas visiones de la realidad. Otro ejemplo de que no han aprendido la lección, es la intención de la administración Obama de imponer en los Estados Unidos una legislación sanitaria basada en los mismos conceptos que ocasionaron los problemas que sufrimos. Así, se pretende obligar a las compañías de seguros de asistencia sanitaria a asegurar a aquellas personas que por técnica aseguradora no sería posible asegurar. Se fijan además las coberturas de los seguros de forma obligatoria sin tener en cuenta los cálculos actuariales. Más reglas que distorsionan el mercado, más controles estatales, más Estado, más protección social mal entendida. El día que las aseguradoras sanitarias se vean abocadas a la quiebra, se hablará entonces de que han sido las políticas liberales y el afán de ganancias de estas empresas las que han ocasionado la crisis, una nueva crisis, esta vez sanitaria y quizás limitada a los Estados Unidos, una crisis que quizás sea llamada la “Crisis de las pólizas basuras”.


(1) Job 1, 21

sábado, 12 de diciembre de 2009

Robin Hood y su banda de alegres marxistas

¿Qué le diría una Lady Marian liberal a un Robin Hood socialista que se vanagloria de sus triunfos?...

lunes, 7 de diciembre de 2009

En este blog se permiten los crucifijos

He decidido colocar en mi blog una imagen de un crucifijo con el texto "En este blog se permiten los crucifijos". Lo hago porque soy católico, pero además porque considero que el crucifijo representa dos milenios de historia y costumbres que han configurado nuestra forma de vivir y nuestro modelo de sociedad. Una sociedad de hombres libres y que debe estar orgullosa de su pasado. Una sociedad que debe respetar la memoria todos aquellos que trabajaron para conseguir lo que actualmente tenemos. Como decía Bernardo de Chartres: "Nos sumus sicut nanus positus super humerus gigantis" (Somos como enanos a los hombros de gigantes).

De todos nosotros depende defender lo que tanto esfuerzo nos ha costado.


P.S. La imagen de esta entrada es el cuadro "Cristo de San Juan de la Cruz", de Salvador Dalí.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La ley de la oferta y la demanda reformulada y la moralidad de la fijación de precios

Muchos manuales universitarios para alumnos que comienzan sus estudios de Economía hacen una introducción a la Microeconomía definiendo los conceptos de oferta, demanda y la ley de la oferta y la demanda. De esta forma, nos ofrecen las siguientes definiciones:

"Curva de oferta: es la relación entre el precio de un bien en el mercado y la cantidad que los productores están dispuestos a producir y vender, manteniéndose todo lo demás constante.

Curva de demanda: es la relación entre el precio y la cantidad comprada de un bien, cuando todo lo demás se mantiene constante.

Equilibrio de la oferta y la demanda: el mercado se encuentra en equilibrio cuando el precio y la cantidad equilibran las fuerzas de la oferta y la demanda. Este precio y esta cantidad de equilibrio se encuentran en el nivel en que la cantidad ofrecida voluntariamente es igual a la demandada voluntariamente. Este equilibrio se halla gráficamente en la intersección de las curvas de oferta y demanda. Al precio de equilibrio no hay escasez ni excedente.

Valores marginales de la demanda: dada la curva de demanda de un bien X1, considerando que los determinantes de la demanda (precios de bienes relacionados, rentas, entre otros) son constantes: X1= d (P1)

El valor marginal expresa la variación de la demanda de un determinado bien con respecto a un incremento en una unidad de su precio, lo que se calcula como la derivada ordinaria de la función. Al ser la función de demanda una curva de pendiente negativa, el valor marginal de la demanda siempre será negativo y expresa en cuánto disminuye la demanda por cada incremento de una unidad de los precios".

Se supone que la Economía trata de decisiones humanas. Pero, es evidente que en las anteriores definiciones no es fácil hallar donde son tenidas en cuenta estas decisiones. Se comienza introduciendo al alumno en los conceptos económicos a través de una serie de formulas matemáticas que deben ser aprendidas sin acabar de ver su razón de ser. Ya Böhm-Bawerk, en su libro Teoría Positiva del Capital, escribía lo siguiente:

“La ortodoxia ha venido enseñando durante siglos que el precio de mercado de todos los bienes se determina por la relación entre la oferta y demanda”

(…)

“Si usted considera que la oferta y la demanda, en lo que vienen a significar estos términos completamente generales, son el regulador del precio de mercado de los bienes, está usted expresando una verdad incuestionable y que cualquiera aceptará. Pero a causa de su misma universalidad esta proposición no venía a decir demasiado. La proposición necesariamente se veía expuesta, y no sin razón, a la crítica de que no era más que un tópico, una fórmula sin apenas significado y vacía de contenido. Si, por el contrario, usted trata de precisar de manera completa aquella especie de «santo y seña» de la oferta y la demanda y de manera especial la forma en que la relación entre ellos conforma el precio, fracasará porque sin una concepción del problema total, tal como se hace posible por medio de la teoría subjetiva del valor, resultaba demasiado fácil extraviarse y alcanzar toda serie de formulaciones e interpretaciones incorrectas”.

Es por los anteriores motivos, por los que Böhm-Bawerk formula la teoría del precio comenzando por la base de los mismos, es decir la mayor o menor necesidad subjetiva que tiene una persona de conseguir un bien determinado.

Intentemos explicar ahora el razonamiento de Böhm-Bawerk. Sea el siguiente cuadro:


En este caso, tenemos un total de diez compradores que acuden a una feria de telecomunicaciones con la intención de adquirir un determinado móvil. De la misma forma, este móvil es ofrecido en dicha feria por un total de ocho vendedores. Cada comprador y cada vendedor tienen una valoración subjetiva del móvil en función de sus necesidades. Es evidente que el comprador A1 desea dicho móvil con mayor énfasis que el comprador A10. De igual forma, el vendedor B1 valora menos el móvil y por lo tanto tiene mayores deseos de venderlo. El comprador A1 podría conseguir un móvil de cualquier vendedor a 290 euros, pero no cierra la operación a este precio ya que aunque conseguiría una ventaja económica de 10 euros, no sería la mayor ventaja que podría conseguir. De igual manera, el vendedor B1 encontraría compradores a 110 euros, pero con ello no conseguiría la mayor ventaja económica. Por lo tanto, la negociación comenzará fijando los compradores un precio bastante más bajo del que estarían dispuestos a comprar y los vendedores un precio bastante más alto del que estarían dispuestos a vender.

Supongamos que se fija inicialmente el precio en 130 euros. En este caso, la totalidad de los compradores podrían cerrar la operación, pero solamente dos vendedores podrían hacerlo. Sin embargo, estos dos vendedores pueden aprovechar la competencia entre los compradores intentado vender a un precio más alto.

A partir de los 150 euros, empezarán los compradores a descartar la compra. El primero será A10 y luego le seguirán los demás. A partir de 170 lo hará A9, a partir de 180, A8 y a partir de 200, A7. Sin embargo, a medida que aumenta el precio comenzarán a incorporarse vendedores capaces de cerrar la operación. A partir de 150 euros se incorporará B3, a partir de 170, B4 y a partir de 200, B5.

Podemos ver como a medida que sube el precio, la relación entre vendedores y compradores va variando. A 130 euros había 10 compradores y 2 vendedores, pero a partir de 200 euros existen 6 compradores y 5 vendedores. Mientras exista esta desigualdad habrá razones para que precio siga subiendo debido a la competencia entre los compradores. Cuando se alcanza los 210 euros, A6 se descuelga quedando entonces 5 compradores y 5 vendedores. Si el precio subiera de 220 euros el número de compradores quedaría reducido a 4. Sin embargo, vemos que el límite habría de ser incluso inferior, pues si pasamos de los 215 euros, tendríamos 5 compradores y 6 vendedores. De esta forma, el precio quedaría situado entre 210 y 215 euros.

Mediante este razonamiento, Böhm-Bawerk explica la formación del precio solo mediante las valoraciones subjetivas de las personas implicadas en el intercambio. De esta forma, da una respuesta a la vaga definición de la ley de oferta y demanda afirmando:

“En mi opinión el problema se soluciona si introducimos en la estructura tradicional la sencilla idea de que el precio es por completo un producto de las valoraciones subjetivas de los hombres”

Y entonces, sabiendo esto ya podremos formular la tradicional ley de oferta y demanda, donde ésta no constituirá una vaga formulación matemática, sino que estará profundamente basada en las necesidades de las personas.

A partir de esta ley económica de formación de precios podemos analizar algunas propuestas. Supongamos que para que el vendedor B8 pueda vender su móvil se fije el precio de éste en más de 260 euros. Con la mejor de las intenciones se piensa que de esta manera se ayuda a dicho vendedor, quien podrá obtener dinero para mantener a su familia. Sin embargo, las personas que realizan estas propuestas no ven la totalidad de las consecuencias. A más de 260 euros, sólo 2 compradores podrán comprar el móvil. Hemos conseguido que 3 compradores dejen de obtener lo que necesitaban y que 3 vendedores dejen de vender sus productos. Con la mejor de las intenciones hemos empeorado la situación. Antes, un total de 5 vendedores podía conseguir dinero para alimentar a su familia, ahora, solamente lo hacen 2 vendedores. Además, castigamos a aquellos vendedores que se han esforzado en conseguir métodos que sirvan para bajar sus precios, y premiamos a aquellos que no han sabido hacerlo. En definitiva, premiamos la ineficiencia. Esto es lo que ocurre cuando se cree que se pueden mejorar las situaciones sin tener en cuenta las leyes económicas. Si lo que realmente se quiere es ayudar a los vendedores B6, B7 y B8, ya que estos no pueden competir en el mercado, entonces se podría apelar a la caridad de los compradores para conseguir una ayuda para estos vendedores. Puede que incluso algunos compradores decidan prescindir de sus móviles y donar a los vendedores el dinero que pensaban gastarse. Pero eso sería una decisión libre de estas personas. Nadie puede decidir que es lo bueno y lo malo para los demás. Quizás uno de esos compradores necesitaba el móvil para que pudieran avisarle en cualquier lugar de un trasplante que esperaba. ¿Estaría bien que algún burócrata, con la mejor intención, le haya privado de satisfacer esta necesidad y lo haya encadendo a vivir encerrado? No juguemos a ser dioses.



miércoles, 2 de diciembre de 2009

Cataluña. Discursos actuales y voces del pasado.

La semana pasada fue noticia una vez más el Estatuto de Cataluña. Carod Rovira declaraba: "Si hay una modificación de lo que dijo la soberanía popular, yo creo que sería un hecho de una gravedad extraordinaria porque nadie en democracia está capacitado ni tiene legitimidad para modificar una decisión que es el resultado de la soberanía popular". Después de afirmar que consideraba el Estatuto constitucional, agregó: "Si no cabe, es Cataluña la que no cabe en el marco constitucional. Y el problema fundamental lo tiene España, no Cataluña. Son las instituciones españolas las que tienen que decidir qué quieren hacer con Cataluña, qué futuro prevén para Cataluña. Si tal como somos y votamos democráticamente no cabemos, sólo nos dejan abierta una puerta". Días más tarde, doce periódicos catalanes publicaban una editorial conjunta.

Todo esto evoca voces del pasado. El 12 de abril de 1934 el Parlamento de Cataluña aprueba la Ley de Contrato de Cultivos. Ésta concedía a agricultores catalanes no propietarios el derecho a adquirir la propiedad de la tierra que cultivaban pagando una indemnización a los propietarios de las mismas. El 8 de junio de 1934, el Tribunal de Garantías de la República determinó por 13 votos a favor y 10 en contra que dicha ley era contraria a la Constitución. Como reacción a lo anterior, al día siguiente, periódicos catalanes publicaban en sus páginas: “El Parlamento catalán, que es soberano, responderá a España” (…) ¡No somos más que catalanes!”. “No acataremos la decisión”. El día 11 de junio, Companys, también líder de Esquerra Republicana de Cataluña, declaró en un mitin “El fallo (…) es la culminación de una ofensiva contra Cataluña, un acto de agresión (…) contra Cataluña (…) Obliga a todos los que no han llegado a perder el recuerdo de que son hijos de esta tierra generosa y altiva a (…) defender su prestigio con la sangre de sus venas (…) Hemos de fortalecer nuestro espíritu y decirnos cada día, de cara a nuestro deber presente, que puede convertirse en histórico: Yo soy catalán, soy un buen catalán (…) y tal vez yo os diré a todos: ¡Hermanos, seguidme!(1) Y toda Cataluña se levantará”. Unos cuatro meses más tarde, el 6 de octubre, el mismo Lluís Companys, presidente de la Generalidad de Cataluña, proclamaba el Estado Catalán dentro de la República Federal Española.



(1) Los orígenes de la Guerra Civil Española (pág. 328). Pío Moa. Ediciones Encuentro (1999)