martes, 16 de noviembre de 2010

Hugo Grocio, el eslabón perdido entre la Escuela de Salamanca y Adam Smith

Países Bajos, 23 de mayo de 1568. La Guerra de los Ochenta Años comienza con la batalla de Heiligerlee. En España reina Felipe II desde hace doce años y ya han pasado setenta y seis años del descubrimiento de América, un descubrimiento que lo cambió todo. Faltan aún quince años para que naciera Hugo Grocio, el erudito del que se dice que fue el eslabón entre Adam Smith y la Escuela de Salamanca.

La postura que adoptó España, estandarte del Catolicismo en Europa, tuvo como consecuencia que las novedosas ideas de la escolástica tardía no pudieran expandirse entre aquellos países protestantes que iban a tomar el relevo al Imperio español. Para los estudiosos protestantes, España constituía el regnum tenebrarum (reino de las tinieblas), un lugar del que nada bueno podía salir. Mientras tanto, por desavenencias religiosas en su propia tierra, Hugo Grocio, arminiano (una doctrina fundada a partir del calvinismo), termina exiliado en París en 1621. Y allí, aunque no se le permitía enseñar por su condición protestante, tomó contacto con las ideas de la Escuela de Salamanca, en especial con los escritos de Francisco de Vitoria. En 1625 escribe De iure belli ac pacis, un tratado de derecho internacional, continuador de la obra del dominico.

Hugo Grocio contribuyó a difundir las ideas de los escolásticos en toda Europa. Luego, partiendo de los trabajos de éste y de forma sucesiva, Samuel Pufendorf, Jean Barbeyrac y Gershom Carmichael hicieron llegar, quizás desconociendo la fuente, estas ideas a Francis Hutcheson, padre de la Ilustración Escocesa, quien impartió clases de filosofía moral a Adam Smith.


Enlaces recomendados:
La Escuela de Salamanca – Conferencia del Dr. León Gómez Rivas (NewMedia UFM)

2 comentarios:

Eze dijo...

Hola Eetión,

Hace unos meses hicimos en la universidad un seminario de estudio de algunas obras de Vitoria sobre sobre lo que hoy consideraríamos una parcela de la filosofía moral y política: qué son relaciones internacionales justas.

Lamentablemente, Vitoria es olvidado por propios y extraños, y se ensalza a Grocio como padre del Derecho internacional. Como dices esto se debe a la reticencia protestante de estudiar obras de un religioso católico. También a la imposibilidad de que los académicos españoles difundieran personalmente tales ideas en el extranjero dada la prohibición de cursar estudios superiores fuera de España.

Es importante que nosotros, ahora, reivindiquemos lo rescatable del único periodo de oro del pensamiento filosófico español, el siglo XVI.

Eetión dijo...

Hola Eze:

La obra de los escolásticos tardíos es realmente apasionante. Desde el punto de vista de la Economía se puede ver como esta parcela del conocimiento empezó a diferenciarse a partir de ellos (evidentemente todavía no podía hablarse de la Economía como una ciencia) y sobre todo como surge a partir de análisis morales de determinadas situaciones.

Un saludo.