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sábado, 2 de julio de 2011

Un documental clásico: Commanding Heights: La batalla por la Economía Mundial

Publico ahora íntegro el documental de 2002, de seis horas de duración, basado en el libro "The Commanding Heights" de Daniel Yergin y Joseph Stanislaw. En el Ludwig von Mises Institute, Jeff Scott realiza una interesante reseña de esta obra, cuyo principio traduzco:

"El libro de Daniel Yergin y Joseph Stanislaw, The Commanding Heigts se esfuerza por profundizar y poner en perspectiva un elemento crucial para la Escuela Austriaca de Economía: el equilibrio de poder entre los mercados y los gobiernos. Los autores han escrito un libro que es básicamente optimista con respecto a la idea de que los mercados continuarán siendo la fuerza impulsora que se encuentra detrás de los acontecimientos en el mundo y que las decisiones tomadas en función de los precios prevalecerán sobre las decisiones políticas. Desde su experiencia analizando las presiones intervencionistas sobre los mercados energéticos, ofrecen una convincente explicación de la expansión de los mercados y como la economía dirigida llegó a perder su prestigio.

Mientras cubren un amplio espectro filosófico, el libro va más allá de las divisiones de las distintas teorías del mercado, aunque hace énfasis en el núcleo del planteamiento austriaco. Sin embargo, al final, una falta de rigor teórico, una débil presentación del desarrollo intelectual histórico, y demasiadas concesiones a los valores y principios de los oponentes al mercado libre, comprometen su exposición."

Teniendo en cuenta todas esas salvedades, el documental nos da una interesante visión de un combate que dura ya siglos: la lucha entre la libertad económica y el control de la economía por parte de los Estados.





Enlaces relacionados:
Commanding Heights: The Battle for the World Economy (Web del documental - Public Broadcasting Service)
Commanding Heights: The Battle for the World Economy (Ficha del documental en IMDb).

domingo, 13 de junio de 2010

El ataque de los zombis izquierdistas II (entrevista de Iñaki Gabilondo)

Continúo y termino el análisis de la entrevista realizada por Iñaki Gabilondo a Carlos Martínez, presidente de ATTAC España. Para abreviar, agruparé las respuestas cuando afecten a asuntos relacionados o que ya se hayan comentados en la primera entrada.



06:56 – Los mercado tienen nombre y apellidos, son la gran banca, las grandes transnacionales, los broker potentes que manejan los fondos de pensiones e inversión, personajes como George Soros que él mismo ha dicho que es un especulador. Y todos estos han adquirido tal capacidad de control que mandan sobre los Gobiernos.

09:20 – Europa está en una posición muy débil y sufriendo una auténtica delincuencia financiera, donde se ataca al euro, a los Estados y a las clases populares.

10:20 – La reivindicación de la Izquierda: La economía es para la persona y actualmente la EU no está pensando en salvar a las personas, está pensando en salvar a los mercados.

Volvemos al concepto erróneo de lo que es el mercado que ya hemos comentado. El mercado como agente autónomo explotador del trabajador. Y a esto se añade el elemento del especulador como representante de este mercado malvado. Puro planteamiento marxista de la realidad. Por una parte el mercado, el capital, los especuladores y por otra lo que llama "las clases populares". Sobre el "malvado especulador" ya he hablado en la entrada "Mises y los especuladores".

Frente a este planteamiento de especuladores explotando al resto de la sociedad, podemos ver que la realidad es muy diferente. Según una nota de prensa de Inverco, a fecha de abril del 2010 existían un total de 1.178 Planes de Pensiones del Sistema Individual, cuyo patrimonio asciende a 52.413 millones de euros, existiendo 8,40 millones de cuentas partícipes. ¿8,40 millones de explotadores? Realmente la inmensa mayoría de los mismos pertenecerán a esa "clase popular" que es atacada. ¡Vamos, que se ataca a si misma!

Y luego está la frase que define la reivindicación de la Izquierda: "La economía es para la persona". Parafraseando una antigua expresión, "Todo para las personas pero sin las personas". Que decida el Estado lo que está bien o mal y no dejemos que sea ese mercado formado por millones de personas el que elija su propio camino mediante las distintas decisiones individuales.


08:10 – El pensamiento izquierdista tienen más sitio que nunca en la actual sociedad si se explica y se actúa con inteligencia y a su vez con contundencia.

13:00 - Tomar conciencia de la situación (y ellos informarán a los ciudadanos de cual es la situación) y movilizarse (desde luego desde un punto de vista democrático).

20:50 Hay que volver ha hacer aquella labor que la izquierda abandonó, aquellas casas del pueblo donde a las gentes se les enseñaban. Ahora estas casas han de ser las páginas web y otros recursos tecnológicos.

Eso es. El pensamiento izquierdista que nos ha traído la crisis (banco central, manipulación de intereses, fomento de hipotecas basuras) puede ahora librarnos de ella. Sólo hay que ser lo suficientemente inteligente para modificar la realidad y a la vez, pregonar una y otra vez, con contundencia, esa realidad inventada. Y todo desde un punto de vista democrático, pues como todos sabemos, la verdad es lo que dice la mayoría y todo es relativo. Y para eso, resucitemos en versión moderna esas casas del pueblo donde a la gente ¿se les enseñaba? (por cierto, no olvidemos recursos como la Educación para la Ciudadanía aunque sean métodos clásicos)


08:28 – Esta crisis viene de los años 70.

¿Y eso? En el minuto 02:33 nos dice que la crisis empieza con la revolución conservadora que encabeza Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Ahora afirma que viene de los años 70. ¿Podría aclararse, por favor?

10:08 – También estamos pensando en los derechos de los pequeños empresarios y los trabajadores autónomos que van a pedir un préstamo y los bancos no se los dan.

Pues no estaría de más que exigieran a la Administración Pública que pagase todo lo que debe a estos pequeños empresario y autónomos. Puede que de esta manera, muchos de ellos no tuvieran que pedir ningún préstamo. Y de igual manera, digánle al Estado que deje presionar a los bancos españoles para que compren deuda pública.


13:47 Serie de medidas: La tasa Tobin, impuestos sobre tasaciones financieras, la supresión de los paraísos fiscales, defender el sector y los servicios públicos y la banca pública que sirva de colchón.

14:30 Es necesaria una banca pública que hubiera evitado en este momento la sangría crediticia que sufre las pequeñas empresas y que trabaje para la economía real. Esta banca no tiene que rendir cuenta a unos inversores y por lo tanto tiene otra posibilidad de actuar. Esta banca pública ha existido y ha funcionado bien.

21:55 Hay dinero, y esta el dinero de sobra para salir de la crisis (conseguido por métodos fiscales)

22:54 El ejemplo de Brasil y su impuesto del 2-3% sobre los capitales que no ha hecho que estos se marchen.

Y estas son las medidas que solucionarán la crisis. Impuestos que quiten el dinero del bolsillo de ciudadano para dárselo a los Estados que sabrán mejor que estos donde gastarlo. Pues el fin y al cabo ahí afuera está el dinero que el Estado necesita. No evitemos el despilfarro, no disminuyamos la burocracia, subamos los impuestos, primero a los que mueven mucho dinero (que sorpresivamente no son los ricos aunque, ¿quién decide quién es rico?), luego a los no tan ricos y más tarde a todos (una versión moderna de Robin Hood).

Y después de las medidas confiscatorias propone la banca pública. Una banca que también favorecerá a aquellos que el Estado decida (¿nos hemos olvidado del caso de las Cajas de Ahorro?)

Y por último nos da el ejemplo de Brasil. Sin embargo, esta medida no afectó a las inversiones extranjeras directas aunque de todas formas la propia hacienda brasileña estimó una reducción de la entrada de capital extranjero de un 20%, provocándose también una caída de más de un 3% en la bolsa de Sao Paulo cuando se dio a conocer la noticia (tampoco deberíasmos olvidar que dicha medida también también fue tomada para evitar la depreciación de la moneda brasileña). Como se puede ver, en Brasil no pasó nada…


17:19 El neoliberalismo ha penetrado incluso los partidos socialdemócratas.

19:00 El fenómeno italiano. Una democracia liberal autoritaria. Berlusconi controla Italia con cinco canales de televisión. Ellos saben de sobra que hay que embrutecer las mentes para imponer esos criterios.

Yo más bien diría que la socialdemocracia ha penetrado en los partidos liberales (si es que alguna vez hubo alguno realmente liberal). Ser socialdemócrata hoy en día es ser keynesiano y nadie negará que estas ideas impregnan en la actualidad todo el discurso económico.

¿La mención del fenómeno italiano no será otro ejemplo de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio?


17:53 ¿Crecimiento hacia donde, a qué, para qué? El crecimiento infinito como un asunto absurdo, pues no es posible.

18:18 Tenemos que buscar un tipo de sociedad donde todos y todas nos encontremos cómodos, podamos vivir con dignidad, podamos vivir con cierta frugalidad.

Otra idea recurrente del pensamiento altermundista. Ir en contra del crecimiento, predicar el estancamiento, la reducción de la población para un mejor reparto de los recursos y el deseo de alcanzar una miseria igualitaria (llámese ahora frugalidad).

lunes, 31 de mayo de 2010

El ataque de los zombis izquierdistas (entrevista de Iñaki Gabilondo)

Me he enterado a través de Francisco Concepción de la entrevista que Iñaki Gabilondo hizo el pasado 26 de mayo a Carlos Martínez, presidente de ATTAC España. Recuerdo que hace años, TVE emitió una serie de documentales titulados "Otro Mundo es posible" donde se alababa la visión de estos grupos antiglobalización. Puede que ahora, aprovechando las aguas revueltas de la crisis, intenten retomar aquella presencia pública que antaño tenían.

Pretendo analizar la entrevista a lo largo de varias entradas, pues es tal el cúmulo de tópicos progres que intentar hacerlo en una sola haría ésta excesivamente extensa. Para ello, iré señalando distintos momentos de la entrevista para comentar los planteamientos expuestos. Empecemos…



00:18 - El Roto: "Si votamos a partidos, ¿por qué luego gobiernan los mercados?"
00:24 - ATTAC: Vivimos en una dictadura global del mercado a las que están sometidas la política y la sociedad.

Realmente esta gente no entiende lo que significa el mercado. Lo ven como una especie de sacamantecas, algo con vida propia y externo a la sociedad con la misión de manipularla a su antojo. Sin embargo, el mercado es la sociedad. Parafraseando la conocida frase de Hacienda, el mercado somos todos. Es la voluntad de millones de personas la que controla los movimientos del mercado. Y eso a pesar del esfuerzo de los Estados que con sus políticas intervencionistas intentan dirigir dichas voluntades individuales.


00:35 - ATTAC: Pide que los mismos que provocaron la crisis, los bancos, sean los que paguen sus consecuencias y no los ciudadanos.

Dice un viejo aforismo del Derecho Penal que quien es causa de la causa, es causa del mal causado. El actual sistema bancario, incluyendo a los perniciosos bancos centrales, ha sido una criatura sostenida por los Estados. Prácticamente desde siempre, los Estados han intentado controlar ese bien esencial que llamamos dinero y que permite el funcionamiento de los intercambios. La manipulación de los tipos de crédito, la reserva fraccionaria, esas son las causas últimas de los males que sufrimos. Aunque por otra parte, puede que hubiéramos debido dejar quebrar a esos bancos a pesar de las consecuencias para todos los ciudadanos, pues, ¿cómo hacer pagar a los bancos sin que al mismo tiempo paguen los ciudadanos?


01:41 - Ustedes fueron los primeros que anunciaron lo que iba a pasar.

¿Fuero sus predicciones tan acertadas como logros que mencionan? (la negrita es mía):

“El movimiento altermundialista ha contribuido a que se produzcan cambios fundamentales en la política interna de varios estados. Países como Bolivia, Noruega, Venezuela, Ecuador y Brasil han podido elegir a gobiernos con programas que tratan de romper con el neoliberalismo y la privatización.” [Los primeros diez años de ATTAC (1998-2008)]


02:33 - La crisis empieza en la revolución conservadora que encabeza Margaret Thatcher y Ronald Reagan. De la consigna de Reagan: “Hay que adelgazar el Estado y engordar las finanzas” ahí, hace más de treinta años, empieza todo.

Como siempre demonizando a los dos anteriores políticos. Está visto que cuando la izquierda consigue un chivo expiatorio tarda mucho en soltarlo. Y también es evidente su malintencionada falta de memoria. Después de la Segunda Guerra Mundial la economía británica había crecido a un ritmo menor que el resto de países de la Europa Occidental. Entre los años 1973 y 1979 estaba completamente estancada. Quizás estos progresistas no recuerden que gracias a las políticas intervencionistas, en 1976 el gobierno de Callaghan tuvo que pedir un préstamo al FMI para evitar la bancarrota. Y entonces llego Margaret Thatcher… A finales de su mandato, el gasto público era un 37,6% del PIB, el país tenía un superávit del 0,9%, el tipo máximo del impuesto sobre el trabajo se había reducido del 98% al 40% y el de las sociedades del 52% al 33%. La tasa de paro era del 6% y la inflación del 5%. Y por último, el PIB per cápita había aumentado un 35% desde 1979. Esa era la crisis que dicen que había empezado políticos como la Dama de Hierro.




03:12 - Tras la caída del muro parecía que habían triunfado las tesis liberales, neoliberales, y que efectivamente todo lo social sobraba y el Estado sobraba. Al haber desmontado, al haber acabado con todas las capacidades que tenían los Estados de control, de regulación, etc, al haber puesto la economía por encima de la política, se resintió no sólo lo que sería, digamos, un sistema económico como el que había antes más controlado y regularizado, sino que se resintió también la democracia.

De estas palabras podría deducirse que el peso del Estado ha estado disminuyendo cada día más desde la caída del muro. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario. Según podemos ver en el informe del 2009 de la Heritage Foundation sobre el índice de dependencia de los habitantes de los Estados Unidos de su Gobierno, el papel del Estado no ha hecho más que aumentar. Durante la era Reagan dicho índice se mantuvo prácticamente constante, pero a partir de entonces, ha pasado de un valor de 114 en 1989 a 240 en 2008. Esto significa que cada vez un mayor número de personas dependen del Estado. Y este es el verdadero peligro para la democracia. Cuando una persona depende del Gobierno de turno para sobrevivir, se convierte en un esclavo de dicho Gobierno.

Valores del Índice de Dependencia del Gobierno en relación a los principales cambios de política



04:08 El ultraliberalismo de Bush y el capitalismo feroz como pensamiento único donde se acaban los derechos sociales.

Aquí nos encontramos con otro de los tópicos más manidos de la progresía. Llamar ultraliberal a Bush es como mínimo un signo de ignorancia (me temo que pueda ser incluso una señal de mala fe y manipulación). Tal como exponía Ángel Martín en un excelente artículo hace unos meses, Bush ha sido el presidente más intervencionista de los últimos 50 años.

Gasto federal por familia



05:00 La liquidación del movimiento obrero contribuyó a implantar el pensamiento único neoliberal, acabándose también con la clase obrera fordista pasando del capitalismo fordista al capitalismo financiero. Se cambió de la economía real de los talleres y las fábricas donde la gente se solidarizaba y se apuntaba a los sindicatos, a otra donde esto no existía. De esta forma nos quedamos indefensos frente a aquellas personas que no tenía otro objetivo que enriquecerse y debilitar el sistema democrático.

Es decir, que estos progres sienten nostalgia de las fábricas de principios del siglo XX. Posiblemente también desearía volver a las fábricas textiles del siglo XVIII. Allí era fácil predicar ideologías como el marxismo. Lástima que esos tiempos hayan pasado y que en la actualidad los sindicatos se hayan convertido en unos fósiles a extinguir (al menos tal y como están actualmente organizados) ¡Qué malo es el capitalismo que ha conseguido elevar el nivel de vida de la gente!


Textos recomendados:
La era de Margaret Thatcher – Lorenzo Bernaldo de Quirós (Cato Institute)
The Economist alerta sobre la expansión del gobierno y el "capitalismo de Estado"
Albert Esplugas (Libertad Digital)

sábado, 4 de julio de 2009

¿Otro mundo es posible?

“Es indiscutible que si deseamos asegurar una distribución de la riqueza que se ajuste a algún patrón previamente establecido, si deseamos decidir expresamente qué ha de poseer cada cual, tenemos que planificar el sistema económico entero. Pero queda por averiguar si el precio que habríamos de paga por la realización del ideal de justicia de alguien no traería más opresión y descontento que el que jamás causó el tan calumniado libre juego de las fuerzas económicas” (Friedrich A. Hayek – Camino de Servidumbre).

Existe un encendido debate sobre las consecuencias de la Globalización. Sus detractores sostienen que debido a ella avanzamos hacia el control del mundo por parte de grandes estructuras comerciales que incluso estarían por encima de los Estados. Asimismo, se achaca a la globalización la culpa del “creciente mal reparto de la riqueza del mundo”. Sin embargo, la mayoría de las veces el análisis de este fenómeno se hace de forma confusa y utilizando tópicos.

Damos por supuesto que todos queremos una mejora de la situación de cada uno de los habitantes de este mundo. Esta afirmación parecería innecesaria por evidente, pero en muchos casos el problema parte de la división entre malos y buenos, entre explotados y explotadores. Aunque la caída del Muro haya supuesto el abandono de la ideología marxista, persiste en el acervo común la idea de que “toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases”(1). Por lo tanto, permítasenos fijar como hipótesis de partida que para que sea posible construir un mundo diferente deban abandonarse esas caducas divisiones de la sociedad y volvamos a afirmar que todos queremos construir un mundo donde cada persona tenga lo suficiente para llevar una vida digna.

Partiendo del axioma anterior, el problema sería cómo conseguirlo. Después de un sencillo análisis, llegamos a la conclusión que solo hay dos soluciones posibles. O bien consideramos que debe haber una institución que controle la economía y procure que cada uno de los miembros del grupo social tenga lo suficiente para una vida digna, o bien que no debe existir tal organismo de control.

La primera solución que establece la necesidad de una institución parece a primera vista la correcta. La organización es buena. Por definición un proyecto ha de planificarse y hacer lo contrario llevaría al caos. Sin embargo, ¿cómo determinaremos el grado de planificación necesario? En principio definiríamos una serie de derechos universales que serían plasmados en un documento legislativo. Algunos derechos podrían parecer obvios, como el derecho a la vida o el derecho a decidir sobre nuestras acciones, pero sin embargo, incluso en estas definiciones tendríamos problemas para ponernos de acuerdo. Y si existen problemas para determinar los derechos básicos, no digamos los que nos encontraríamos a la hora de entrar en detalles tales como cuánto ha de tener cada uno para llevar un vida digna. De todas formas, de una manera u otra tendríamos que decidirnos por alguna de las definiciones, pues de lo contrario entraríamos en contradicción con nuestra idea básica de la existencia de una institución que controle y organice.

Es fácil comprobar que la anterior solución es la que se ha utilizado durante la mayor parte del pasado siglo. Aplicando soluciones extremas de planificación como los sistemas totalitarios (nazismo, comunismo), o por el contrario soluciones participativas como la democracia, solo hemos conseguido, en el mejor de los casos, que se tengan en cuenta las preferencias de cada persona en contadas ocasiones. Incluso en democracias consolidadas, nos limitamos a dar nuestro voto cada un número determinados de años y quizás a ejercer un cierto control sobre los gobiernos elegidos a través de la participación ciudadana. Por el contrario la evolución de las democracias ha llevado a potenciar una mayor intervención del Estado, un mayor control, un mayor grado de organización. Y todo lo anterior con la idea que seríamos capaces de encontrar aquella política económica adecuada que posibilitaría conseguir una vida digna para cada unos de los ciudadanos. Para ello se han creado organismos supranacionales como el BCE (Banco Central Europeo), el FMI (Fondo Monetario Internacional), la OMC (Organización Mundial del Comercio), el BM (Banco Mundial) y otras muchas organizaciones que planifican y controlan cada uno de los diversos aspectos de la economía en su zona de influencia.

Después de analizar la primera solución, analicemos a continuación la otra. En este caso no existiría una organización que controlase los distintos aspectos económicos del grupo social. La primera duda que nos asalta sería como conseguir un orden sin un plan. Quizás a partir de aquí estamos entrando en una utopía futurista, sin embargo veamos a donde nos conduce esta idea. Si no existiese dicha organización debería idearse un método que permitiese a cada persona participar en la toma de decisiones para conseguir una vida digna para todos. Posiblemente en esta era de recursos informáticos podríamos conseguir a medio plazo la capacidad para celebrar referéndums que decidan cada asunto de importancia, tales como lo que ha de tener cada uno o el precio de las cosas. Bastaría con fijar unas mínimas reglas, muy básicas, muy elementales, para que el sistema de votación pudiera comenzar a desarrollarse. De esta forma no habría imposiciones sobre nadie. Todo se decidiría de común acuerdo y desaparecería la explotación de unos sobre otros. Tampoco existirían grupos que para conseguir sus fines aprovechasen su influencia sobre los organismos de control.

Sería maravilloso tener los recursos tecnológicos para conseguir lo anterior. Sin embargo basta con que pensemos un poco para ver que dicha solución tecnológica ya existe. ¿Es posible, que tengamos ya el medio para conseguir que cada una de las personas de un grupo social pueda votar para decidir sobre las distintas cuestiones que les afecten? La respuesta es afirmativa y la solución tecnológica se llama “Sistema de Precios”.

Mediante este sistema cada persona da continuamente su opinión. Por ejemplo, acude a un comercio con la intención de comprar un abrigo y encuentra que éste vale 100 euros. En este momento, emite su voto. Si es afirmativo compra el abrigo, si es negativo no lo hace. Por supuesto el propietario de la tienda también vota. Si vota afirmativamente mantiene el precio del abrigo con la esperanza de que otro cliente lo compre, si vota negativamente baja el precio del mismo para que el cliente que tiene delante lo haga. Este procedimiento se realiza una y otra vez a lo largo y ancho de todo el planeta. Supongamos que cada uno de sus habitantes lo repite dos veces al día (si viviéramos en un país occidental el número sería muy superior). Así, dos veces al día por 6.700 millones de personas suponen unos 11.000 millones de votaciones diarias (en cada intercambio interviene dos personas y hemos quitado a los niños menores de 9 años por fijar una edad mínima), 77.000 millones de votaciones semanales, 330.000 millones de votaciones mensuales y unos 4 billones de votaciones anuales.

Por supuesto, lo anterior es una exposición muy simplificada. Se ha escrito con la intención de llamar la atención sobre las distintas maneras de conseguir el fin que todos deseamos… que cada una de las personas de este planeta tengan lo suficiente para vivir dignamente, consiguiendo así un justo reparto de la riqueza en el mundo.

(1) Marx y F. Engels: Manifiesto del Partido Comunista